"No es que escribir me produzca un gran placer, pero es mucho peor si no lo hago", dijo Paul Auster en una de esas frases lapidarias que responden con honestidad y franqueza a la eterna pregunta de por qué escribir. Esa pulsión entre la necesidad y la insatisfacción fue la que lo llevó a ser uno de los escritores más relevantes y afamados de las últimas décadas, desde que se lanzó a escribir con la elegíaca La invención de la soledad, hasta su última y premonitoria Baumgartner.

La escritura de Auster ha sido, de principio a fin, sinónimo de sencillez y claridad, con un sentido de la profundidad marcado por su irremediable carácter reflexivo. Un buscador de historias aparentemente intrascendentes a las que el azar tiene todo el sentido del mundo, un existencialista tremendamente humano en el que la crudeza y el dolor no están reñidos con la esperanza y la redención.

"Está vivo y estable, he hablado hoy con él y por primera vez está trabajando en algo", revelaba, hace menos de dos meses, la esposa del escritor, Siri Hustvedt sobre el estado de su marido. Ahora que el destino ha querido llevárselo antes de que supiéramos a qué historias dedicaba sus últimos días, a sus lectores solamente nos resta el refugio de aquello que quedará para siempre en las páginas de su obra.

Una obra cuyo estilo único hemos querido rescatar desde El Independiente en esta selección de siete libros (entre más de una treintena) y una película (porque sí, también podemos leer a Auster en el cine), para entender en qué consistió la pulsión de un autor fundamental.

'La invención de la soledad' (1982)

Su primera novela, La invención de la soledad, publicada en 1982, es una elegía a la muerte de su padre. Un libro que funciona como base para tratar algunos de los temas más repetidos a lo largo de su obra.

La memoria, la soledad, el sentido de la existencia y la literatura inciden como ejes que atraviesan a un escritor en busca de respuestas ante los grandes enigmas de la vida.

'La trilogía de Nueva York': 'Ciudad de cristal', 'Fantasmas' y 'La habitación cerrada' (1987)

Años después, Paul Auster irrumpió con pleno derecho en el panorama literario internacional con La trilogía de Nueva York, formada por los relatos de Ciudad de cristal, Fantasmas y La habitación cerrada. Tres historias de carácter policíaco en los que explora una particular forma de narrar desde el suspense con una particular mezcla entre ensayo y ficción.

Portada de 'La trilogía de Nueva York'

La ciudad de Nueva York se convierte en el ambiente, por momentos asfixiante y caótico, en el que se dan estas tres historias. El pasado, el azar y el misterio emergen como los grandes interrogantes que envuelven al escritor, presente, como otro personaje más, en una compleja trama que lo lleva al límite de la cordura.

'Brooklyn Follies' (2005)

Si La trilogía de Nueva York le dio la fama y el reconocimiento, Brooklyn Follies marca un punto de excelencia dentro de su obra. Publicada en 2005, esta novela magistralmente construida a partir de casualidades de la vida incluye los puntos cardenales de la obra de Auster. Una novela marcada por un destino caprichoso en el que el azar, las relaciones humanas y el misterio hacen las delicias del lector austeriano.

Portada 'Brooklyn Follies'

El regreso de Nathan Glass a su barrio de infancia le sirve como una especie de reencuentro con una vida perdida, después de haber sobrevivido a un cáncer. Como un nuevo florecimiento en el que Auster es capaz de plasmar los grandes temas de su literatura como el azar, la influencia de lo anecdótico, la búsqueda del padre..., además de dedicarle una carta de amor al barrio neoyorquino de Brooklyn y un homenaje a la ciudad de Nueva York justo antes de su derrumbe.

'4 3 2 1' (2017)

4 3 2 1 es la obra magna de Paul Auster, una novela a la que dedicó siete años de su vida. En ella, configura un relato redondo y transversal marcado por la importancia de las decisiones personales y sus consecuencias en la posteridad. Una novela de aprendizaje convertida en saga familiar que explora los límites de una especie de divino azar en la que la historia parece construirse por si sola a través de las imprevisibles acciones de su protagonista.

Portada 4 3 2 1.

Un relato generacional de la América de la segunda mitad del siglo XX, a través de las cuatro vidas posibles de Ferguson. Amor, amistad, familia, arte, política y muerte, se desarrollan de distinta forma, pero a través de un mismo mecanismo, el del azar de la vida.

'Baumgartner' (2024)

En su última novela, publicada hace apenas unos meses, Paul Auster deja un mensaje agridulce, pero tierno y sin lamentaciones sobre el final de una vida. En la misma línea de Brooklyn Follies, Auster escribe sobre el poder de las coincidencias y las relaciones humanas.

Portada de Baumgartner.

Baumgartner es un profesor de filosofía que ha llegado al tramo final de su existencia y reflexiona sobre el amor, la pérdida y la vida. Mira hacia el pasado con cierta nostalgia, pero a través de las afortunadas casualidades, también dibuja nuevas esperanzas a las que aferrarse, como un canto a la vida de quien ve su hora cerca, pero no por ello desiste o reniega. Esta novela quedará para siempre como digna despedida en la que el final nunca nos parecerá del todo un final.

Paul Auster en el cine

'Smoke' (1995)

A Paul Auster no solo le podemos leer en sus libros. El autor de La trilogía de Nueva York ha tenido también varias incursiones en el cine, con especial mención a Smoke, la película dirigida por el hongkonés Wayne Wang en 1995.

Portada de 'Smoke'

Un escritor marcado por la tragedia de la viudedad (William Hurt), un estanquero obsesionado por captar el paso del tiempo a través de la fotografía (Harvey Keitel), y un adolescente problemático (Harold Perrineau) que persigue la sombra de un padre ausente (Forest Whitaker). Con estas piezas, el guion escrito por Auster utiliza todos los ingredientes de su literatura para construir una película humana y emotiva, culminada con un dickesiano cuento de Navidad.