En el momento de redactar estas líneas todavía no sé si los famosos “siete minutos de pánico” de los que se habla van a acabar dando como resultado que, efectivamente, una vez más el ingenio de estas criaturas pequeñas y extrañas que vivimos en este planeta azul ha conseguido surcar el cielo para colocar un buen trozo de conocimiento y sabiduría en otro planeta.

Ni es la primera vez que dejamos caer, o estrellamos, objetos en ese pequeño punto rojo que desde los albores de la humanidad es posible observar cada noche, ni es la primera muestra evidente de que si se trabaja para la paz, hay pocas cosas imposibles. Eso incluye, en pos de la ciencia que luego volverá en forma de avances tecnológicos, saber si en algún momento hubo vida en ese trocito de firmamento.

Humildemente, me dejo de filosofía y me centro en lo que me han pedido que haga: ponerle música a lo que está pasando. Pues oiga, pocas veces ha sido tan evidente.

Un maestro como David Bowie, del que ya he hablado aquí en alguna ocasión, dedicó una canción a una pregunta que justo ahora la humanidad va a tratar de responder: Life on Mars? 

No, la canción no habla de ninguna aventura espacial. De hecho, alguien dijo que se trataba de un cruce entre un musical de Broadway y un cuadro de Dalí. Y es muy acertado.

Se trata de una constante colección de imágenes surrealistas que es capaz de mezclar sin pudor a Mickey Mouse con John Lennon desde Ibiza hasta vaya usted a saber dónde. Pero creo que es justo esa extrañeza la que llevó al Duque Blanco a escribir lo que sentía por una decepción musical. 

¿Nos permitimos imaginar una versión del gran tema que cantó Sinatra My Way en la versión del mago camaleón? Pues algo así estuvo apunto de pasar. De hecho, Bowie escribió una pieza llamada (atención) Even a Fool Learns to Love con los acordes originales de Comme d’habitude, pero jamás se publicó. 

Cuando escuchó a “la” voz de Frank entonar aquellas notas, dicen que le resultó tan extraño que apuntó en un papel, ahora de incalculable valor, esas tres palabras y un interrogante. Life on Mars? Una expresión de incredulidad propia de un genio. A lo que siguió un vano intento de burla que ahora forma parte de la historia de la música, y también de nuestra preciada lista.

Como ocurre cíclicamente con David Bowie, vuelve una y otra vez a la actualidad gracias a que alguien con excelente gusto musical redescubre en su catálogo la canción perfecta para una campaña de publicidad o una serie de televisión. Esto último fue lo que volvió a colocar en el éxito mundial esta canción: una serie llamada igual. Y no es casual, claro.

Vídeo oficial de Life on Mars, de David Bowie.

Esa extrañeza que se expresa de modo tan genial en este tema, bien podría ser la de cualquiera de nosotros ante el constante espectáculo marciano que vemos en las portadas de medios como este.

Entre unos y otros, si realmente hay vida en Marte, les estamos dando un penoso espectáculo.