Se convirtió en una de las grandes revelaciones de Operación Triunfo 2018 por su particular voz, en 2021 plantó su pequeña semilla como cantautora y ya en 2022 habló desde la melancolía en Honestamente triste. Ahora, Alba Reche prepara su nuevo disco y el final de una gira que la llevará a México y terminará en la Sala Barceló de Madrid el próximo 28 de octubre.

Pero antes, este jueves 21 de septiembre, ofrecerá un concierto gratuito en la Sala Carola Morena de la capital (P.º de la Florida, 2) a partir de las 20:00 horas. Estaba previsto que el evento se celebrara en el exterior, pero el mal tiempo ha cambiado los planes de la artista en el último momento.

Aunque esta alicantina de 25 años lo lamenta porque le hacía especial ilusión que la gente se parara a escuchar su música mientras paseaba a sus perros o caminaba por la zona espontaneamente, cree que al estar resguardada será una opción perfecta para esta tarde de lluvia y promete que, en su setlist no cambiará nada con respecto al plan inicial.

En el escenario se podrá ver también a Javier Acereda como parte de la acción Dale un Shake a la rutina de Miravia, en la que el marketplace da la bienvenida a unos descuentos especiales con un camión que recorrerá localizaciones como Plaza Castilla ofreciendo todo tipo de sorpresas. Horas antes de su concierto, Alba Reche saca un rato para charlar con El Independiente sobre las emociones que más le inspiran, su relación con la literatura o si le pasa factura ser tan reivindicativa.

Pregunta- El show promete "romper la rutina" de quienes asistan. ¿Qué relación tiene con la rutina?

Respuesta- Bueno, a ver, soy Sagitario, jaja. Además, en el mundo del artista rutina hay poca, es más algo que tienes que crear para salvaguardar tu bienestar, tener unos horarios para organizarte. Me gusta no tener mucha rutina, aunque a veces es un desbarajuste total... y los planes culturales son lo mejor para rompera.

P.- ¿Cumple algún ritual antes de cada actuación?

R.- Pues mira, lo máximo que hago es beber jengibre y limón. Soy bastante aburrida antes de los conciertos, no te voy a mentir. Me cuido mucho la voz, así que tengo que estar bastante tranquilita. Para bajar los nervios, me pongo de cuclillas un minuto antes de salir para bajar los nervios, que no sé si tiene sentido, pero me lo dijeron y desde entonces pensé "cariño, me muera yo con esto". No sé si es placebo, pero para tranquilizarme me sirve.

"Soy una nostálgica de manual"

P.- Su último EP se llama Honestamente triste. ¿Encuentra en sus peores momentos su mayor inspiración o fue algo anecdótico?

R.- Mis momentos más lúcidos siempre vienen de la melancolía, pero yo no me consideraría una triste. Ese disco representa cómo estaba yo mientras lo componíamos. Muestra una parte de la tristeza, pero saliéndose de las baladas o acordes menores a los que estamos acostumbrados.

P- ¿En qué punto está su próximo álbum? ¿Repetirá esa melancolía?

R.- Bueno, yo es que soy una melancólica de manual. Tiendo a romantizar la melancolía, pero intento hacerlo solo en las canciones. Tengo algunas nuevas, pero del disco tampoco puedo adelantar mucho, está parado desde antes de agosto. Necesito prepararme para los conciertos en México y la vuelta a la rutina en Madrid, pero habrá algún adelanto a finales de año. No me corre prisa, quiero disfrutar del proceso, estar contenta con las canciones y que merezcan la pena. Quiero disfrutar de mi primera vez en Latinoamérica y del final de Honestamente triste; no quiero sentir que, por tener demasiadas cosas en la cabeza, no puedo pararme a pensar en lo que está pasando. Voy a mis tiempos, no sé si tranquila, pero a mis tiempos seguro.

P.- ¿Cuáles son los artistas que más escucha ultimamente?

R.- He revisitado Julieta Venegas después de seguir su Goodreads y la verdad es que la quiero y la amo. Estoy escuchando también el Top 50 de México para estar en línea cuando vaya. También me encantan un chico llamado Nick Hakim y Boygenious, que son las mejores.

P.- En una canción recoge versos de Rosalía de Castro y en alguna ocasión ha mencionado a Gloria Fuertes. ¿Suele leer? ¿Nos recomienda algún libro?

R.- Queda un poco pretencioso, pero sí, me gusta mucho leer, me lo paso bien y creo que me ayuda a escribir. El último que me he terminado es Las malas de Camila Sosa Villada (Tusquets), me ha parecido una cosa preciosa. También amo todo lo que hacen Idea Vilariño y Angélica Liddell. Ahora, me estoy leyendo Cartas a Theo (Paidós Ibérica), que es una recolección de las cartas del hermano de Van Gogh y me está empezando a gustar.

P.- Nunca se ha cortado con sus opiniones. ¿De dónde le viene ser tan reivindicativa?

R.- Mi tío me decía desde pequeña que lo sería, así que creo que ser una porculera me viene de toda la vida del señor. Siempre he pecado un poco de eso, pero me gusta decir lo que pienso y estar en armonía con lo que estamos viviendo. No creo que haya nada malo en decir las cosas.

P.- Posicionarse te convierte en líder de opinión, pero también te expone al rechazo en las redes sociales. ¿Cómo lo gestiona?

R.- Quiero que quien me siga siga a una persona y no a un objeto de consumo. Lo más bonito de los artistas es la humanidad que se desprende a través del arte y que te conecta con quienes compartes cosas. No me voy a arrepentir de posicionarme, he llegado a la conclusión de que es algo que conlleva opiniones de todo tipo, pero espero que sean de quienes buscan reforzarme en mis ideas o darme otros puntos de vista, si son maleducadas están fuera de mi escucha.

"Quiero que quien me siga siga a una persona y no a un objeto de consumo"

P.- Como parte del colectivo LGTBIQ+, ¿por qué cree las lesbianas y bisexuales siguen siendo tan poco visibles?

R.- Me encantaría saberlo. Justo el otro día canté con Vanesa Martín, que creo que es una de las mayores referentes del colectivo. Siempre que hemos estado, pero antes no se hablaba tanto o no con tanta libertad, no se había normalizado la necesidad de conversación. Y si por esto se cierran puertas, cariño, ellos sabrán. Cosas peores se han hecho en la industria y se les ha seguido contratando. El problema lo tienen ellos, no nosotras.

La cantante Alba Reche. Juan Barbosa / Europa Press

P.- Suele clamar por un #MeToo en la música ¿Dónde hay que incidir?

R.- Debería empezarse por los cimientos, que es la gente que dirige la industria musical. Porque por mucho que haya muchas oportunidades en espacios y que poquito a poco haya más, es necesario que las personas que toman decisiones estén alineadas con una mentalidad a la orden del día basada en el respeto y la educación para absolutamente todo el mundo. Que haya mujeres y personas no binarias en cargos mayores, a partir de ahí habría una ramificación en la que a esas personas les sería mucho más fácil empatizar con el resto de la pirámide. Habría más compromiso social y con la cultura y no se harían contenidos en exclusiva para el público masculino.

P.- Conocimos a Alba Reche en OT, un programa que ahora vuelve en Prime Video. ¿Qué recuerdo guarda?

R.- Fue hace muchos años, pero siempre tendré mucho cariño al equipo que formamos allí, tanto a mis compañeros como al programa. Sé que me ha dado muchas oportunidades, aunque también me puso en algunas situaciones no tan cómodas. Es el proceso de ser artista, pero fue de sopetón y fue difícil de gestionar en un primer momento. Sé que sin ellos me habría costado mucho llegar donde estoy.

P.- De un programa a otro. ¿Participaría en el Benidorm Fest?

R.- Me lo han dicho mucho, pero ahora mismo estoy centrada en un proyecto y en mi carrera internacional, que es algo que me interesa mucho. Creo que mi música está más conectada con ese tipo de espacios, aunque no es algo a lo que me niegue, es una plataforma que llega a mucha gente y que se vive muy intensamente.

P.- ¿En qué momento personal se encuentra?

R.- Pues estoy genial, disfrutando un montón de las cosas de este último año, que hemos tenido una gira increíble de salas. No tengo síndrome del impostor, que eso para mi cabeza es muy importante. Tengo ánimo, ganas y felicidad, estoy muy positiva.

P.- Suele transmitir mucha seguridad. ¿Qué le da miedo a Alba Reche?

R.- Muchísimas cosas. Bueno, tampoco tantas, porque no siento mucho miedo en general, pero sí al mar, a no sentir que estoy avanzando personal y laboralmente y a que mi curro no se reciba bien.