Canta sobre las rupturas entre amistades, sobre lo que se siente cuando alguien te decepciona o sobre la juventud. Y es lógico: Joaquina tiene 19 años y acaba de ganar el Latin Grammy a Mejor artista nuevo 2023. Protagonizó uno de los momentos más emotivos de la gala que tuvo lugar en Sevilla cuando, entre lágrimas, dijo que siempre había soñado con recibir el premio.

"Por mucho tiempo, la gente me dijo que cantar las canciones que escribo nunca sería una carrera, pero gracias a Dios no les hice caso", declaró, entre lágrimas, al recibir el premio. La artista es venezolana, pero vive en Miami desde los seis años. Su madre es la presentadora Joaquina Blavia Canabal y su padre el comentaritsta deportivo Francisco Blavia.

La joven ofreció este jueves 23 de noviembre su primer concierto en Madrid, en la sala subterránea The Bassement Club, donde habitualmente se escucha música electrónica. Durante el showcase y entre fans emocionadas de todo tipo de edades, interpretó con dulzura temas como Quise quererte, Los mejores años y Primer amor.

La sala The Bassement, abarrotada para escuchar a Joaquina | El Independiente

Durante su actuación, la joven repitió hasta la saciedad lo ilusionada que se sentía al ofrecer un concierto en Madrid y hasta le cantó el Cumpleaños feliz a su hermana Kiki, de la que dijo que es lo mejor que tiene. Pero, unos días antes, Joaquina habló con con El Independiente sobre sus mayores influencias o cómo terminó cantando delante de la familia real española:

Pregunta.- ¿Cómo recuerda el momento en el que recibió el Grammy?

Respuesta.- Creo que fueron como tres minutos... no, mentira, ni siquiera eso. Un minuto, pero lo sentí como una hora. Todavía no me puedo creer que estuviese allá arriba, disocié de la realidad. Es muy extraño soñar con algo toda tu vida y, cuando pasa, tener que asimilarlo. Estaba viviendo como un sueño lúcido, fue muy raro. Tenía el corazón a mil, me bajé y estaba mi equipo, mi familia... todo el mundo, y nadie se lo podía creer.

"Es muy extraño asimilar algo con lo que has soñado toda tu vida"

joaquina

P.- ¿Tiene alguna anécdota de la gala?
R.- Pude conocer a Pablo Alborán. Yo soy su fan y ya habíamos tenido chance [la oportunidad] de interactuar por internet, pero tenía mucho miedo. Aunque me daba pena [vergüenza], le saludé y fui divino conmigo, es uno de los artistas que más me inspira. Con David Bisbal pasó algo más cómico, yo he sido fan desde muy chiquita y cuando me acerqué él empezó a hablar con otra persona, así que yo no me quise acercar más, me dio mucha ansiedad social porque no me gusta interrumpir a la gente, así que seguí caminando. Después, alguien de su equipo de volteó y me dijo 'hola, trabajo con Bisbal y te quiere conocer'. Entonces regresé y hablé con él, me dio unos consejos muy lindos que me llevaré por siempre, es una estrella de mi infancia.

P.- Además de componer, toca instrumentos desde muy pequeña. ¿Cuándo decidió dedicarse a la música?

R.- Yo creo que desde muy chiquita, siempre lo supe. A los 6 años yo supe que yo tenía que hacer algo con la música. Cuando la gente me preguntaba qué quería estudiar en la universidad, yo siempre decía "quiero estudiar música". Aunque no sabía qué rama hacer, había algo dentro de mí que me decía que tenía que hacer música. A los 12 o 13 empecé a tocar en vivo con la banda del colegio y sentí que, si no lo intentaba, me arrepentiría toda la vida, así que me puse a trabajar.

P.- ¿Qué artistas le han influido más?

R.- Me influyen mucho las inspiraciones que crecí escuchando por mis padres. Por el lado de mi mamá, mucho baladista y cantautores como Franco de Vita, Alejandro Sanz y también mucho pop noventero como Gwen Stefani y No Doubt. Por el lado de mi papá, más rock como Soda Stereo, Maná, The Police, U2... crecí con esos estilos y son con los que más me identifico y los que me gusta mezclar en mis canciones. También así como que los cantautores más grandes de la historia como Joni Mitchell en inglés y, en el mundo hispano, Juan Luis Guerra.

P.- Es bilingüe, pero canta en español. ¿Por qué?

R.- Al hablar los mezclo indistintamente y solo me doy cuenta cuando estoy en España o cuando voy a Venezuela, porque yo crecí en Miami y es una ciudad muy latina en la que todo el mundo habla español, pero también inglés, porque legalmente es Estados Unidos. Los mezclamos como si fuesen un único idioma, los cambio sin darme cuenta y a veces me da vergüenza, pienso que puede provocar cringe, pero es algo con lo que he crecido y que tengo marcado en el cerebro. Creo que empecé a escribir en español por dos razones: una, porque me parece que el español suena más romántico, me gusta y creo que hay que hacer mucho con el español; y dos, porque yo no crecí con una referente contemporánea que fuese una niña cantautora que que escribiese en español sino con la con las que escribían en inglés. Había artistas espectaculares, pero no de mi edad, y para mí siempre fue importante querer ser eso para otras personas. También empecé a escribir en español porque vi un hueco, aunque es más difícil que en inglés, hay frases más largas. Ahora el español creo que está en el mejor momento a nivel de globalización, Bad Bunny va al Saturday Night Live y habla en español y la gente lee los subtítulos, me parece genial. Lo mismo pasa con Karol G, Shakira o Rosalía. Por ello hay un espacio aún más grande para lo que yo quiero hacer y para conectar con la gente.

P.- En una canción habla de las inseguridades que provoca Instagram. ¿Qué tal se lleva con las redes sociales?

R.- Tengo una relación amor-odio. Las redes son una herramienta espectacular para lo que hacemos, hace años muchos artistas hubiesen matado por tener su propio canal para poder difundir y mostrar sus propias noticias y armarse su propia marca. Es una herramienta que no podemos desaprovechar, poder cultivar mi comunidad en mis redes y hablar con ellos directamente, creando un ecosistema con comunicación directa y promover mi música le da poder a la gente. También ayuda mucho a artistas que están empezando y que no hubiesen sido descubiertos de otra forma porque, si no están en una discográfica grande, no suenan en la radio. Un ejemplo de esto fue Íñigo Quintero en España. Yo le escuchaba del boom y me alegré de que alguien con ese talento se haya dado a conocer por las redes. Pero, a la vez, las redes causan expectativas y hacen que nos comparemos con todo el mundo a nuestro alrededor.

P.- ¿Cómo recuerda la experiencia de formar parte de AmplificARTE y cantar delante de los reyes Felipe VI y Letizia?

R.- Este año he tenido el chance de venir a España como seis veces. Hicimos un par de viajes con la Fundación Princesa de Girona. Ellos hicieron un programa para promover la educación a través de la música. Los alumnos estudiaban nuestras canciones en las aulas de los colegios para formarse y fue muy especial, cantamos en varios colegios alrededor de España y delante de la familia real. Pude hablar con ellos un rato después del show y fueron muy especiales conmigo.