Camilo Lara (México, 1975) es uno de esos artistas que han sabido deslizarse por cada uno de los recovecos que conforman esa compleja maquinaria amorfa y gigantesca que conocemos como industria musical. Productor, creador y compositor, ha sido director y presidente de EMI México, ha producido a artistas como Los Ángeles Azules, Norah Jones o Band of Horses, y ha remezclado a bandas como a Metallica, Beck o los Beastie Boys. En el cine, fue el consultor musical para la película de Pixar Coco y en los últimos años ha trabajado para Marvel en las bandas sonoras de Black Panther: Wakanda Forever y Thor: amor y trueno.

El mejicano es un auténtico todoterreno que se encuentra en plena celebración por los veinte años de su alter ego creativo más longevo, el Instituto Mexicano del Sonido (IMS). Un peculiar seudónimo con el que Lara se ha atrevido a investigar desde sus inicios en las raíces de la música popular de su país de una forma desprejuiciada, abierta y libre.

Una visión, la de encontrar el equilibrio perfecto entre tradición y modernidad, que aunque en su día fue revolucionaria, hoy se ha convertido en la norma. El músico mejicano puede presumir de ser un visionario que ha podido ver su profecía cumplida. Lara celebra con orgullo que el mundo se mueva a ritmo latino, con géneros como el reguetón, la cumbia o los corridos liderando las grandes listas internacionales.

Ahora Camilo es un veterano que sonríe cuando le recuerdan que sus inicios son hoy tan lejanos como lo fueron en su tiempo los 80. "Me encanta porque si me pongo a pensar los ochentas, es música fundacional para mí. Pero sí, es un escándalo ver cómo los Strokes se han convertido en los nuevos Eagles. Aunque no lo quiero pensar mucho porque es peligroso", afirma en una entrevista con El Independiente.

Al revés de lo que le suele pasar a la gente de su generación, Lara no mira al pasado con nostalgia ni tampoco reniega del presente, todo lo contrario. Es muy optimista con la sangre nueva que viene, una generación sin complejos y muy consciente de su identidad cultural.

El mejicano ha pasado por España para presentar su doble álbum recopilatorio "Algo + Ritmo 2004-2024", lo hace después de haber tocado ante 60.000 personas en el cierre del Vive Latino en Ciudad de México, aún con algo de resaca emocional tras "el show más increíble de su carrera".

Camilo Lara en su estudio.

Pregunta.- Repasando tu trayectoria, cualquiera que vea tu currículum se puede sentir abrumado: compositor, músico, productor, has tocado multitud de géneros, has trabajado en cine e incluso tienes tu propio programa de radio.

Respuesta.- Es verdad que soy un poco todoterreno, porque me aburro fácilmente. Quise ser productor, después disquero y luego me interesó más hacer música, también en cine siempre me ha interesado producir, voy haciendo cosas muy diferentes para cambiar de estado creativo. Aunque a veces me gustaría no haber cambiado tanto de registro, porque cuando haces muchas cosas luego parece que no has hecho nada. Pero todo eso me ha dado chance de expandir mi centro creativo. Todo lo que hago al final tiene una raíz de comunidad, de la cultura mexicana y de dónde soy. A veces más moderno, a veces más tradicional, pero mi eje creativo gira siempre en torno a conocer la música mexicana y entenderla.

Por primera vez en la historia de la música pop ya no mandan los anglosajones

P.- Apostaste por la música mexicana en un tiempo complicado para los "folclóricos". Y ahora se escuchan corridos por todo el mundo, ¿cómo has vivido ese boom de la música de tu país?

R.- La música mexicana está viviendo su mejor momento de todos los tiempos porque hay muchos frentes creativos. Por un lado están los corridos, por otro están los que están haciendo cumbia, perreo y cosas modernas. Hay muchos tipos de expresiones musicales que están funcionando. Tal vez algunos más visibles a nivel global como los corridos tumbados, pero igualmente es muy emocionante porque cuando yo empecé a pinchar cumbia, por ejemplo, era casi un delito, mínimo te tiraban un par de botellas para que te fueras. De ahí el mundo ha cambiado radicalmente y me siento muy feliz por esta generación joven que entiende la música como yo la entendía entonces. En mi época, mi generación tal vez estaba más seducida por los anglos y por ser parte de esta cosa gris medio apátrida de la cultura. Pero esta generación no, esta generación entiende que son de una zona y que eso forma parte de ellos. Porque a mí claro que me gustaban The Clash, pero ni soy de Brixton ni tengo esos códigos, soy de aquí y eso es lo que soy. Fue chistoso ver este boom, porque cuando empecé era muy difícil, pero triunfó la cumbia y triunfaron varias cosas con las que estuve involucrado. Y luego esta nueva generación me apoya mucho y me siento muy cercano.

P.- En España, por ejemplo, cuando se habla de música tradicional se habla también de pureza, como si hubiera también miedo de que la popularización de estos géneros implicase su contaminación.

R.- Es que muchos géneros populares han estado un poco protegidos, no eran maleables y no tenían otra forma para reinventarse. Y siento que, poco a poco, se ha logrado que empiecen a tener conexión con la juventud. Algo que antes era impensable. La cumbia, por ejemplo, estaba muy lejos del rock o del hip hop. Y entre más ha pasado el tiempo, más se han acercado. El corrido, tradicionalmente, era de señores vestidos con sombrero y botas y ahora puedes ver a niños vestidos de raperos cantando corridos. No es que esto estuviera mal visto, pero más bien siento que no tenían un punto de diálogo, era una música viejuna de gente que hablaba de otras cosas. Hasta que los jóvenes lo actualizaron y lo adaptaron a su vocabulario.

P.- Y han podido mantener su esencia.

R.- Es muy bonito porque todos esos usos y costumbres se han mantenido. El corrido es una cosa que cuenta y ha contado la contrahistoria de la sociedad mexicana desde hace 100 años, lo que no conocemos a través de los periódicos. La cumbia, por ejemplo, es el ritmo tropical más antiguo de Latinoamérica. Son cosas tan profundas y poderosísimas que naturalmente pueden evolucionar, mutar y adaptarse a los tiempos.

P.- ¿Y qué papel están jugando las grandes discográficas en todo esto?

Las discográficas ya no tienen voz ni voto en en la mayoría de las cosas que están pasando en la música

R.- Las discográficas ya no tienen voz ni voto en en la mayoría de las cosas que están pasando en la música. Siento que todos los movimientos están viniendo de abajo para arriba, tal vez los controlan y los pulen cuando se vuelven famosos. Pero las ideas están pasando sin ser adulteradas por las discográficas. Todos estos movimientos en un inicio no tienen ni disquera ni editora ni nada. Son artistas que salen, triunfan y después ven cómo hacer más grande su foco. Pero siento que el discurso no está siendo manipulado.

P.- En este cambio de paradigma, la irrupción de la cultura latina ha tenido mucho que ver.

R.- Es emocionante, porque por primera vez en la historia de la música pop ya no mandan los anglosajones. Es la primera vez que cambian las capitales culturales. De repente están Medellín, Seúl, Lagos. Nunca pensarías ver un Burna Boy, un Peso Pluma o gente que esté liderando los charts y que no venga de esa tradición anglosajona. Eso hoy es un triunfo. Hay cosas que me gustan más y otras menos, pero siento que es un triunfo porque le ponen foco a otras culturas que siempre fueron poderosísimas. Por ejemplo, todo el movimiento de K-pop en México ha sido gigante durante años. Ahora se puede ser famoso sin tener que pasar por Hollywood y me encanta, me parece muy sano y muy emocionante.

P.- Además, da la impresión de que este auge de lo latino también favorece a todos los artistas que hacen música en español, no solo a los géneros que hemos mencionado antes.

R.- Está habiendo más cruces, se me vienen a la cabeza gente como Arca o Helado Negro, que están navegando en lugares en los que antes era imposible estar, como la NME o Pitchfork. Por ejemplo, en México hay varios artistas, ruidistas electrónicos como Mabe Fratti que están tocando donde antes tocaban otros que solo eran anglos.

El reguetón nos ha enseñado la súper lección de que el ADN es lo que nos hace poderosos

P.- La música en español no es solo reguetón.

R.- No, pero el reguetón nos ha enseñado la súper lección de que el ADN es lo que nos hace poderosos, que te galvaniza. Y esas músicas que siempre han estado ahí son parte de nuestra identidad. Entonces sí siento que eso ayudó a que muchos artistas lograran encontrar su lugar en el mundo. Nos tomó un tiempo pensar que no todo era Walmart, que el internet no era nada más que música genérica. Y eso está siendo interesante, si vas a escuchar a alguien, mejor que tenga una voz propia. Y no necesariamente la raíz viene de tu zona geográfica, puede venir de otros lados, pero siempre creo que es mucho más valioso que tenga raíz.

P.- ¿Y cómo ves este tipo de influencias en la música española?

R.- Me cuesta trabajo pensar que alguien pudiera darle la espalda a la identidad de la música española. En la cultura reciente todos tienen algo que los ata a su zona geográfica, y eso es lo increíble. Uno de los primeros grupos españoles que empecé a oír fueron los Radio Futura y era por eso, me llevaban a un mundo que no era el mío. Y todavía en los artistas españoles que escucho ahora siento que tienen algo muy local y genuino.

P.- Ahora vuelves a subirte a los escenarios, pero en los últimos años te has estado dedicando al cine, ¿qué te ha aportado como músico?

R.- Esto ha sido sobre todo en los últimos dos años post pandemia. Decidí empezar a producir música de cine y me tocó trabajar en Black Panther y en Thor, ahora hice un score para una película de Disney. Y mira, nunca había hecho música para una orquesta, o piezas muy grandes y me encantó hacerlo. Hice una película que se llama A Million Miles Away que es de un astronauta y eso me dio chance de hacer música mexicana del espacio, esas cosas nunca las pude haber hecho o no se me habría ocurrido hacerlas. Es increíble trabajar con directores de cine que están haciendo cosas muy buenas, y además me gusta porque no eres el centro de atención, soy parte de algo más grande.

P.- Otra de tus múltiples facetas en el mundo de la música es la de tener un programa de radio en Radio 3, Dilo Camilo, en el que sigues descubriendo nuevos grupos. Teniendo en cuenta lo infinito de la oferta actual, ¿cómo trabajas en la selección musical?

R.- Pues me ayuda mucho toda la gente que pasa por mi estudio en la Ciudad de México. Pasa mucha gente de muchos palos y no solamente mexicanos, también van españoles y me cuentan que está pasando por aquí, y así van surgiendo las conexiones. Pero siempre me ha ayudado mucho mantener ese contacto con gente que está grabando y que pasa por el estudio. Tanto para producir o trabajar, como para por lo menos enterarme de lo que está sonando.

Camilo Lara

P.- ¿Qué tendencias o descubrimientos nos puedes adelantar que hayan llamado tu atención últimamente?

R.- Siento que lo que viene en México es una cosa que se llama el bellaqueo, que es como cumbia y reguetón que están haciendo artistas muy jóvenes. Aquí en España me encanta toda la movida punk, siento que hay muchos jóvenes haciendo punk y es algo que me sorprende. Además de todas las otras cosas que están pasando acá. Pero eso me parece muy interesante y me hace conectar con los argentinos, que empezaron con el trap como Dillom y ahora hacen trap punk, y eso me encanta. Ahora mismo estoy trabajando con un un argentino que se llama Dani Ribba, increíble. Por otra parte hay muchos artistas nuevos mexicanos que están un poco al filo de lo demás. Ruidistas como Concepción Huerta, Mabe Fratti, que están haciendo literal art-rock y me parece muy bueno que existan. También hay toda una escena de crowd rock y shoegaze, pero esto es más experimental y es muy interesante.

P.- Vienes del Vive Latino, tras haber tocado delante de 60.000 personas en lo que ha sido el inicio de esta gira que aún no ha confirmado fechas en España, pero harás la temporada de los festivales, ¿qué tienes preparado?

R.- Pues va a ser un show con muchas canciones, muchos remixes y muchos artistas de los que he producido en estos 20 años. Será una retrospectiva reinventada, muy punki y muy bailable. Va a ser increíble.