En las casas donde hay niños, la Navidad empieza cuando el catálogo de juguetes llega al buzón. Rodear con un círculo los juguetes elegidos y empezar a seleccionar los que irán a la carta representa la ilusión de los niños aunque, también muchas veces, los quebraderos de cabeza para los padres.

¿Cuántos regalos debe recibir? ¿Elegir los que quiere el niño o los que consideramos son los mejores para él? ¿Si a sus amigos les regalan algo que no es acorde para su edad y él también lo pide, se lo regalamos? Las preguntas se acumulan a los padres, que en estas fechas se preparan para un gasto medio por niño de 78€, según un estudio de la plataforma financiera Fintonic sobre el gasto de juguetes en Navidad.

Recortar las hojas del catálogo

Para no equivocarse, los padres deben empezar a establecer límites a los niños desde el momento en que se preparan para escribir la carta. “Depende mucho de la edad que los pequeños sean capaces de entender que no pueden pedir todo lo que quieren, pero hay formas de facilitar la tarea”, explica Natalia Sánchez, profesora de Educación Infantil en la Universidad de Educación a Distancia de Madrid (Udima). “Los padres pueden recortar las hojas del catálogo que les interesen para el niño y mostrarle sólo esas, o explicarles que papá Noel y los Reyes Magos son los que seleccionan juguetes de la carta y que cuanto más pidan, más tendrán que seleccionar”, añade la educadora.

Hasta los dos años, uno o dos juguetes

Los juguetes que reciben los niños dependen de muchos factores, como el presupuesto, la edad y las circunstancias, por ejemplo, que su cumpleaños sea en fecha cercana. No obstante, Sánchez da algunas directrices sobre el número de juguetes que debe recibir un niño en Navidad.

“Hasta los dos años bastan uno o dos juguetes. Los niños tan pequeños tienen muy poca capacidad de atención, por lo que es mejor que vean pocas cosas para que puedan fijarse mejor en ellas”, afirma Sánchez.

De dos a cuatro años, tres regalos

A medida que van creciendo, se puede ir introduciendo algún regalo más a los niños. “A medida que van creciendo los niños son más conscientes de que es un día de regalos y lo están esperando, por eso de dos a cuatro años, los niños pueden recibir tres regalos y hasta los 10 años, incluso alguno más”, explica Sánchez, que reivindica no obstante una costumbre un tanto perdida por los padres españoles, la de regalar cosas útiles. “Los padres pueden aprovechar para incluir en los regalos otras cosas, de ropa u otros, que iban a comprar igual. De esa manera, enseñan a los niños que los reyes no sólo traen juguetes, sino cosas que puedan resultar útiles”, añade.

Niños ‘sobrerregalados’

La especialista alerta de que los niños pueden sentirse ‘sobrerregalados’ si tienen más cosas de las que pueden atender. “A veces pasan semanas y los regalos siguen estando en su caja. Si ocurre esto, es que hemos regalado demasiado”, advierte Sánchez, que aconseja extremar la coordinación entre los familiares para que el niño reciba un número de obsequios coherente en cantidad y tipo.

¿Y si sus amigos tienen más?

“Rara vez la felicidad tiene que ver con el número de regalos que encuentra un niño”, afirma Sánchez, que incide en que “los niños siempre son exagerados y comparaciones siempre va a haber”. Por eso, la educadora afirma que el esfuerzo de los padres debe ir hacia hacerles comprender desde muy pequeños cuál es el número de regalos que deben recibir “porque es lo mejor para ellos”.

Sánchez da un último consejo a los padres, “aunque es complicado, que no se dejen llevar por el aspecto emocional en cuanto a cantidad de regalos y que tengan claro que lo que hace feliz a sus hijos es el tiempo para jugar, acompañados por ellos, mucho más que el número de juguetes”.