Los datos apuntan a que, en las estrategias contra el tabaco, una prioridad tiene que ser la prevención para evitar que los adolescentes prueben su primer cigarrillo. Porque el porcentaje es mayoritario: al menos tres de cada cinco personas que encienden el pitillo por primera vez, se vuelven fumadores (al menos temporalmente).

Los resultados proceden del análisis de más de 215.000 encuestas realizadas por la Universidad londinense de Queen Mary y que han sido publicados en la revista Nicotine & Tobacco Research. El principal investigador del proyecto, Peter Hajek, ha asegurado que “es la primera vez que se confirma a través de una gran magnitud de datos, que una única experiencia con el tabaco puede establecer el hábito”.

El análisis procede de más de 215.000 encuestas de cuatro países

“En el desarrollo de un comportamiento adictivo, el paso de la experimentación al hábito es un hito importante, que supone que algo recreativo se convierte en una necesidad. Hemos descubierto que el ratio de conversión es sorpresivamente alto, por lo que se confirma la importancia de prevenir esa experimentación en primer lugar”, añade Hajek.

La investigación se nutrió de datos del Global Health Data Exchange (una plataforma de encuestas y estadísticas) procedentes de Reino Unido, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda. De esos datos, la investigación concluyó el 60,3% de los encuestados había probado el tabaco y que, de ellos, aproximadamente el 68,9% se había convertido en fumador habitual. Como se analizaron diferentes estudios de diferentes metodologías, se estableció un margen de error que afirma que este dato estaría entre el 61 y el 77% (por eso el dato de al menos tres de cada cinco personas).

Los resultados destacan la importancia de prevenir sobre ese primer cigarro

Teniendo en cuenta el elevado ratio de conversión de todos los estudios, los investigadores sugieren que parte de la reducción del número de fumadores en los últimos 20 años se debe a la caída de la experimentación con el tabaco entre los adolescentes.

En España aún fuma una de cada cuatro personas

Reino Unido vive una reducción del número de fumadores. En una investigación reciente se ha descubierto que el 19% de los jóvenes entre 11 y 15 años han probado el tabaco. En España los datos son menos alentadores. Según un informe reciente del Ministerio de Sanidad, la edad media del inicio del tabaco está en los 13,9 años y entre los 14 y los 18 años, el 31,4% reconoce haber fumado el último año. Un porcentaje algo más elevado en las chicas (33,2%) que los chicos (29,6 %).

Por ello, el Ministerio de Dolors Montserrat ha lanzado la campaña #NonSmokingChallenge, una campaña centrada en las redes sociales para prevenir el inicio del tabaquismo o su abandono en los fumadores jóvenes. La prevalencia del tabaqismo en España es del 25%.