La calidad del aire que respiramos en las ciudades se ha colado en el debate político europeo. 363 eurodiputados apoyaron anteayer la nueva posición para mejorar la calidad del aire en la UE, mientras que 226 votaron en contra y 46 se abstuvieron. Según el texto aprobado, el Parlamento quiere un límite más estrictos que los actuales para el año 2035 y valores objetivo para varios contaminantes, incluyendo partículas (PM2,5, PM10), dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2) y ozono (O3).

Los europarlamentarios españoles de Vox y PP votaron contra la iniciativa que ha salido adelante porque el voto de los Populares europeos está dividido frente a esta posición. El objetivo del texto aprobado es garantizar la calidad del aire en la UE para que no sea perjudicial para la salud humana, alineándose así con las Directrices de Calidad del Aire de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2021.

Ni una sola zona de calidad del aire de las que se evalúan en España, a día de hoy, cumple con todos los valores que marca la OMS, según la Evaluación de la calidad del aire en España 2022. "En España se evalúa por zonas, no por ciudades, pero ninguna de estas zonas, ni las ciudades en ellas contenidas cumplen con todos los valores de la OMS", asegura Miguel Ceballos de Ecologistas en Acción. La única zona de evaluación que coincide con una ciudad es Madrid, que "tampoco cumpliría con esos parámetros de polución del aire de la OMS".

Madrid vivió la primera gran batalla política de la calidad del aire con la puesta en marcha de Madrid Central por parte del ejecutivo de Manuela Carmena y que tuvo su continuidad con el Partido Popular bajo el nombre de Madrid 360. La capital cumplió en 2022, por primera vez, con los valores de calidad del aire que marca la Ley que quedará obsoleta de convertirse en directiva la posición de la Eurocámara.

Para hacerse una idea de cómo estas nuevas mediciones pueden cambiar la vida de las ciudades en los próximos años hay que fijarse en Madrid, donde los valores de exposición anual de nitrógeno son de 40 microgramos por metro cúbico, anualmente. Según lo que pide el Parlamento europeo en 2030 debería ser de 20 y en 2035 de sólo 10. "Esto supone una gran transformación en las políticas de movilidad de la ciudad que deberían iniciarse cuanto antes para poder alcanzar estos objetivos", asegura Ceballos. "Significaría que no hubiera en la calle motores de diésel, ni de gasolina, además de un sistema de transportes público muchísimo mayor", añade.

El tráfico es el principal elemento contaminante de las ciudades, por encima de la industria y, como se ha visto en las recientes elecciones municipales, es un caballo de batalla partidista. Diversos ayuntamientos se han opuesto a las zonas de exclusión de tráfico que por la legislación europea tienen que tener, como es el caso de Gijón. "Si se convierte en directiva, da igual que algunos políticos no quieran entenderlo, tendrán que acatarlo", asevera Ceballos. Una vez que fuera publicada la Directiva, los Estados Miembros tendremos un máximo de dos años para su trasposición a nivel nacional.

Enfoque de salud

Virginijus Sinkevičius, comisario europeo de Medio Ambiente, destacó durante la sesión del Parlamento que la motivación de estos cambios radica en la salud de los habitantes de la UE. "Casi 300.000 europeos mueren prematuramente cada año como consecuencia de la contaminación atmosférica. Es un número enorme de vidas que no podemos permitirnos perder. Científicos, ciudadanos, así como esta Cámara, han pedido que se tomen medidas urgentes para reducir drásticamente esta cifra y ajustarnos a lo que recomiendan los científicos", señaló. Según las estimaciones de la Eurocámara esa mortalidad se reduciría en un 70% toda vez que los países se ajusten a estos valores. Respirar aire limpio evitaría 17.679 muertes en las ciudades españolas con los parámetros de la OMS.

CIUDADES CON MÁS MUERTES EVITABLES POR PM2.5 (GUÍA 2021 OMS)

Fuente: ISGlobal EIGráficos

En este sentido Irene Bernal, de Salud por Derecho destaca la importancia de la aprobación de esta directiva "porque pone la salud en el centro de la política pública. Además de urgente y necesario, el esfuerzo de llegar al objetivo de polución cero, contaminación cero, está directamente relacionado con los propios compromisos de España con los acuerdos internacionales, con lo cual el efecto es sin duda enormemente positivo", valora.

Desde el Ministerio de Transición Ecológica se respalda la propuesta de revisión de los valores porque "contribuye a la consecución de los objetivos del Plan de Acción de Contaminación Cero que plantea, para 2050, reducir la contaminación del aire (y del agua y el suelo) a niveles que ya no se consideren perjudiciales para la salud y los ecosistemas naturales, y que respeten los límites que nuestro planeta puede soportar, creando así un entorno libre de tóxicos", aseguran fuentes del Miteco.