La patata desempeña un papel muy importante en la gastronomía española. Existen decenas de formas de preparación, empezando con cocidos y terminado en la emblemática tortilla de patatas. Sin embargo, en las últimas horas el Internet se llenó de decenas de mensajes aconsejando reducir su consumo para evitar desarrollar algunas enfermedades peligrosas. Y eso se aplica también a patatas hervidas.
No es la primera vez que ocurre esto. Cada cierto tiempo, se viralizan artículos asegurando que médicos y nutricionistas recomiendan sacar algún producto de nuestra dieta. Estos temas se convierten en tendencia, aunque no esté claro su origen ni motivo. Esta vez le tocó a la patata.
La alerta social que se está difundiendo por numerosos medios de comunicación está infundada. Aunque en muchos se afirma que "los médicos recomiendan dejar de comer patata cocida", o titulares similares, no se cita ninguna fuente de información al respecto.
A pesar de la confusión común, este alimento se considera un tubérculo e incluso una hortaliza desde el punto de vista botánico. Por este motivo, comparte pocas características con las verduras desde el punto de vista nutricional. De hecho, fue desplazado al grupo de los hidratos de carbono, como el pan o la pasta ya que comparten más aspectos en común.
Sin embargo, contienen potasio, vitamina C y fibra. Un motivo por el cual ganaron su puesto en la famosa dieta mediterránea. Sin embargo, con las últimas noticias, muchos españoles se harán ahora la misma pregunta: ¿desaconsejan los médicos comer papas hervidas?
El supuesto elevado índice glucémico
Como todos los alimentos, la frecuencia con la que se tome dependerá de las rutinas y dieta de cada persona. Como todos los alimentos, tiene que incluirse en la dieta con variedad, sin excesos.
Una de las creencias comunes es que independientemente de la forma de cocinarlas, las patatas contienen un elevado índice glucémico. Como consecuencia, si se consumen con demasiada frecuencia, pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes.
Sin embargo, estos datos los contradice un ensayo clínico del Pennington Biomedical publicado en el Journal of Medicinal Food. El texto explica que en el contexto de una dieta equilibrada, "se demuestra que, contrariamente a la creencia común, las patatas no tienen un impacto negativo en los niveles de glucosa en la sangre".
Lo que sí supone riesgos en la salud es la comida ultraprocesada como patatas fritas congeladas. Debido al poco valor nutricional y un alto contenido de azúcares añadidos, guarda una estrecha relación con altas tasas de sobrepeso y obesidad. En España su consumo pasó del 11% a un 31,7% entre los años 1990 y 2010.
El origen de la confusión
"Solemos pelar las patatas y, al hacerlo, eliminamos la mayor parte de la vitamina C que contienen, junto con la fibra y otros nutrientes", asegura Miguel Ángel Martínez-González, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra.
Parece que estas declaraciones sacadas del libro del experto, llamado ¿Qué comes? Ciencia y conciencia para resistir (Planeta, 2020), sirvieron como el origen del caos mediático desatado. Sin embargo, el especialista en dieta mediterránea solamente aconseja consumir este alimento con piel.
Mientras tanto, advierte que se deben lavar a conciencia para evitar consumir pesticidas o fungicidas. En todo el caso, las patatas fritas son el alimento que relaciona con la obesidad. En ningún momento indica que es peligroso consumir las patatas cocidas.
La dosis de patata recomendada
En la Pirámide de la Alimentación Saludable de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), las patatas se posicionan en su base al igual que otros alimentos ricos en hidratos como los cereales, la pasta y las legumbres. Entonces, ¿cuántas veces se debería comer patata a la semana?
Según el portal dedicado a los hábitos de vida saludables, Biotrendies, como normal general, una persona debe consumir las patatas entre 2 y 3 veces por la semana para mantener una dieta equilibrada. Esta cifra puede subir hasta 3-5 en casos de los deportistas profesionales o personas con una actividad física intensa.
De esta forma, sabiendo que los médicos realmente no desaconsejan comer patatas cocidas, todo es bueno en moderación. Si se prepara de forma saludable, no guarda relación con importantes riesgos para la salud. De todas formas, se pueden complementar con otras hortalizas que son similares como el boniato y la zanahoria.
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