Un nuevo caso pone sobre la mesa el perjuicio para la salud que pueden suponer los cigarrillos electrónicos. Ahora ha sido un adolescente estadounidense de solo 16 años quien ha sufrido una enfermedad pulmonar grave que ha puesto en peligro su vida, tal como publica Archives of Disease in Childhood. Los médicos sospechan que el desencadenante ha sido el líquido de los cigarrillos electrónicos.

El joven, que había empezado a vapear recientemente, desarrolló una alveolitis alérgica extrínseca, una enfermedad grave que ha puesto en peligro su vida y que le ha mantenido con síntomas 14 meses. El joven padecía asma previamente y los médicos consideran que el líquido del vapeo puede causar inflamación pulmonar grave en personas propensas.

El caso llega pocos meses después de que Estados Unidos confirmara seis muertes y 380 casos de enfermedad pulmonar grave asociados al consumo de cigarrillos electrónicos en Estados Unidos. En agosto se confirmó la primera muerte.

Como explican los investigadores del Centro de Control y prevención de enfermedades (CDC) de EEUU, la causa de la enfermedad es la respuesta exagerada del sistema inmunitario a uno de los químicos encontrados en estos cigarrillos. Así, el joven desarrolló neumonitis por hipersensibilidad, una enfermedad pulmonar en la que los alveolos y bronquiolos (los sacos de aire en los pulmones) se inflaman de forma severa.

El chico, que no había padecido asma previamente, tenía fiebre, tos persistente y una dificultad creciente para respirar durante una semana. Se le recetaron antibióticos y un inhalador para el asma que, sin embargo, no consiguieron aliviar los síntomas.

Una vez en el hospital, el joven empeoró rápidamente y desarrolló un fallo respiratorio por el que necesitó ayuda externa para mantener funcionando su corazón y pulmones (a través de una técnica llamada oxigenación por membrana extracorpórea), además de antibióticos y esteroides administrados por vía intravenosa.

Diez días después de que su situación se volviera crítica, el adolescente desarrolló miopatía, una debilidad muscular grave debida a su enfermedad grave y al tratamiento con esteroides, para la que necesitó larga rehabilitación.

Durante la recuperación, el joven confesó que había empezado a vapear recientemente y que lo había hecho de forma frecuente y usando dos tipos de líquido en el cigarrillo electrónico. Los médicos analizaron los ingredientes de ambos líquidos.

El joven dijo también que había fumado cannabis, pero no en el último año. Y que no había tenido contacto con animales de granja o pájaros ni viajado por mar, otros factores que suelen implicarse en reacciones alérgicas respiratorias.

El escáner de sus pulmones y la biopsia confirmaron la enfermedad y el adolescente tardó 35 días en ser dado de alta. Además, se marchó a casa aún con prescripción de esteroides. De hecho, casi dos meses después de ingresar en el hospital continuaba con síntomas.

Cuando los médicos testaron la reactividad de su piel al líquido, el joven empeoró. Así, analizaron en su sangre los dos tipos de líquidos y vieron si podía haber un desencadentante químico. El joven mostró más anticuerpos a uno de ellos, por lo que se sospecha que esta fue la causa de la reacción.

El joven tardó 14 meses en eliminar todos los síntomas y normalizar la situación de sus pulmones. Los médicos se muestran cautos, no obstante, a establecer una causa directa de la enfermedad. "Hemos obtenido dos lecciones. La primera es que hay que considerar siempre la posibilidad de reacción a los cigarrillos electrónicos en la gente que presenta una enfermedad respiratoria atípica y la segunda, que consideramos los cigarrillos electrónicos como 'mucho más seguros que el tabaco' a nuestro propio riesgo".