Durante las últimas horas el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hablado del riesgo de pandemia que supone el nuevo brote de coronavirus. Una epidemia cuyo número de afectados no deja de crecer y que ha paralizado la economía de medio mundo. La advertencia llega después de que en Italia, en la región de Lombardía, se elevaran a siete las víctimas mortales.

En España, las últimas noticias apuntan a un tercer contagiado en Tenerife, en este caso un médico italiano que estaba de vacaciones. Los otros dos se encuentran en La Gomera y Palma de Mallorca. Una situación ante la que surgen numerosas dudas, algunas de las cuales ha querido responder Acierto.com, el comparador de seguros de salud. Porque, ¿cubre el seguro de salud el coronavirus?

El coronavirus en el seguro de salud

Así y aunque los artículos 105 y 106 de la Ley del Contrato de Seguro regula la asistencia médica y asume la prestación de servicios médicos y quirúrgicos de los asegurados (dentro de los límites de la póliza contratada) la cosa cambia ante determinadas situaciones.

Es precisamente el caso de los daños causados por epidemias y pandemias declaradas oficialmente como el coronavirus. Es decir, las enfermedades derivadas del coronavirus y el propio virus quedarán fuera de la cobertura de la póliza. La razón principal de esta exclusión se da porque la aseguradora fija una prima en función de un riesgo.

Un riesgo que cambia en un caso como el del coronavirus, imprevisible y excepcional; y cuyas implicaciones económicas pueden ser muy superiores a las de cualquier otra enfermedad. No obstante, existen precedentes de aseguradoras que cubrieron en 2009 algunos casos leves de gripe A. AXA y DKV fueron las primeras en anunciar esta cobertura, de hecho.

“Si no se hubiera declarado como epidemia oficialmente, el coronavirus sí estaría cubierto”, indica Amanda Cuns, experta en seguros de Acierto.com. Siempre teniendo en cuenta los términos de la póliza. Además, contratar o contar con un seguro de salud en estas fechas puede constituir un punto diferencial en caso de contraer cualquier otra enfermedad.