El Club de Polo de Barcelona ha decidido suspender de forma indefinida sus campus de verano, en los que participan unos 300 menores, tras detectar tres positivos de COVID-19 entre sus monitores.

Un portavoz de la entidad ha informado a EFE de que el domingo se registraron tres infectados entre el personal del restaurante y de que entre miércoles y jueves se sumaron a éstos otros seis.

A raíz de este episodio, el mismo domingo se cerró al público el restaurante y se hicieron pruebas PCR a los más de ochenta monitores del campus, de entre los cuales ayer miércoles tres dieron positivo, si bien no presentaban síntomas.

El Club de Polo se puso en contacto entonces con las familias mediante un comunicado y telefónicamente para anunciarles la suspensión indefinida de las actividades, que comenzaron el 29 de junio y estaba previsto que terminaran el 31 de julio.

El seguimiento de las personas que han mantenido contacto con los contagiados correrá ahora a cargo de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, organismo al que ya se le ha trasladado toda la información.