La Comunidad de Madrid podría estar a punto de bajar de los 500 contagios por cada 100.000 habitantes en los 14 días anteriores. Así lo refleja el Ministerio de Sanidad en su informe de situación publicado este lunes. Ese dato, el de 500 casos por cada 100.000, fue el tope marcado por el Gobierno y el que condenó a la capital y a otros ocho grandes municipios al estado de alarma.

El Gobierno aprobó el viernes declarar el estado de alarma en estas grandes localidades (de más de 100.000 habitantes cada una) después de 20 días de pulso con Madrid. Uno de los mayores desacuerdos entre Salvador Illa y el consejero regional, Enrique Ruiz-Escudero, fue, precisamente, la incidencia acumulada de casos.

El choque entre las dos administraciones comenzó el 21 de septiembre. Ese día, Sánchez y Ayuso escenifican un pacto para atajar el preocupante avance del Covid-19 en la Comunidad. La segunda ola ya deja unos 30 muertos y 3.000 nuevos casos diarios. Madrid ya había tomado sus propias medidas: restringir la movilidad por zonas básicas de salud. Sólo se 'semiconfinó' a las que superaban los 1.000 contagios por cada 100.000 habitantes y cumplían otros dos criterios.

Moncloa quería ir más allá. Pidió confinar la capital. Ayuso se negó y las relaciones se rompieron. Tras los siguientes acercamientos, Sanidad llevó al Consejo Interterritorial una propuesta con tres indicadores que alertarían al Gobierno sobre cuándo era necesario intervenir en un territorio. El acuerdo se aprobó sin el apoyo de Madrid y con cierta polémica.

Los 500 contagios y el pacto con las CCAA

Entre esos estándares, como no, está la incidencia acumulada. Según Sanidad, las restricciones se aplicarán en los municipios de más de 100.000 habitantes con una incidencia de más de 500 casos en los 14 días previos. En el momento del acuerdo, Madrid era la única región que superaba con creces ese baremo. Pero también los otros dos: más del 10% de positividad (el porcentaje de personas que da positivo entre todas a las que se les realiza la PCR) y una ocupación en las UCI por pacientes contagiados superior al 35%.

El Gobierno sigue adelante y prohíbe salir de sus perímetros a los vecinos de Madrid y otras nueve localidades desde la noche del viernes, 2 de octubre. El Ejecutivo regional acata, pero recurre. Entramos ya en los últimos siete días, Ruiz Escudero dice que varios de los municipios semiconfinados han bajado de los 500 casos. Destaca también una mejoría general de los datos.

El miércoles 7, Illa insiste: "Hay 710 casos por cada 100.000 habitantes" en la región, y no los 598 que defiende Madrid. A todo esto, el TSJM tumbó un día después las restricciones impuestas por el Gobierno. Para volver a instaurarlas con validez jurídica, el Consejo de Ministros aprobó declaró el estado de alarma. Ese día, según el balance oficial de Sanidad, la incidencia de Madrid ya había caído a los 540 casos por cada 100.000.

Fue entonces cuando se recordó que para declarar la alarma el Gobierno tomó de referencia los datos del día 4. La clave de esta decisión está en el acuerdo del Consejo Interterritorial del 30 de septiembre. Ahí, las comunidades aprobaron que para el baremo de la incidencia se tendría en cuenta el dato de "hasta 5 días antes de la fecha de valoración". En la Comunidad de Madrid se decidió sobre los grandes municipios que superaban ese límite de contagios el 4 de octubre. Por eso Illa se refería el miércoles 7 a 710 casos por cada 100.000, y no a la incidencia real de ese día.

Ahora, el último informe de Sanidad refleja que Madrid ya no es la CCAA con la incidencia más alta. Por encima de sus 502 contagios por cada 100.000 está Navarra, con 746 casos. A diferencia de la comunidad foral, Madrid sí que cumple el criterio de las UCIs, con el 38% de las camas ocupada. Los dos territorios, en cambio, comparten una positividad cercana al 20%.