Salud

Cáncer de piel: más vale prevenir

¿Crees que lo sabes todo sobre el cáncer de piel? Estos son los factores de riesgo de una enfermedad cada vez más frecuente

Birol Bali / Pixabay

Los tumores cutáneos son muy frecuentes y suponen un importante problema de salud pública en la actualidad. Según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), los carcinomas de piel en España tuvieron una tasa de incidencia de 47 casos por 100.000 habitantes en 2020, con una tendencia al aumento de la incidencia en los últimos años.

No obstante, la doctora Cristina Martínez Morán, especialista del servicio de Dermatología del Hospital La Luz de Madrid, resalta que el cáncer de piel es una enfermedad que se puede prevenir tomando una serie de precauciones básicas.

«Sus signos, en muchos casos, pueden apreciarse muy precozmente», advierte. «El principal factor de riesgo es la exposición a los rayos UV o a los rayos del sol. Por lo que mucho cuidado este verano, y mucha protección también».

Incidencia en aumento

Existen dos tipos de cáncer de piel: el cáncer de piel no melanoma, que es el más frecuente; y el melanoma cutáneo, que es menos frecuente pero más agresivo. Su incidencia ha aumentado en España «de forma significativa» en la última década.

Los carcinomas de piel en España tuvieron una tasa de incidencia de 47 casos por 100.000 habitantes en 2020, y siguen una tendencia al alza

Esta neoplasia puede estar causada por mutaciones (cambios anómalos) en el ADN, que hacen que las células crezcan fuera de control. «Normalmente estas mutaciones se van adquiriendo a lo largo de la vida de una persona y no se transmiten a la descendencia (a los hijos)», explica Martínez.

Entre los factores de riesgo que podemos controlar se encuentra la exposición de la piel a la radiación ultravioleta (UV), que es la principal causa de melanoma: «Esta radiación solar daña el ADN contribuyendo a las mutaciones genéticas. La mayor parte de esta radiación UV proviene del sol. Estos daños en el ADN son el fruto de la suma de daño acumulado durante años y se sabe que el riesgo aumenta en los pacientes que sufrieron quemaduras solares en la infancia».

Factores de riesgo y hereditarios

De hecho, la especialista de Quirónsalud sostiene que existen melanomas familiares (hereditarios), aunque son menos frecuentes. Y apunta que existen otras enfermedades de piel que predisponen a este tipo de cáncer de piel, como el xeroderma pigmentoso. Además, hay personas cuyos mecanismos de reparación del ADN están mermados debido al uso de fármacos inmunosupresores (trasplantados renales, hepáticos) o tratamientos con quimioterapia.

Por su parte, la doctora Laura Gómez Recuero, miembro también del servicio de Dermatología de La Luz, apunta otro factor de riesgo: tener muchos lunares o nevus. Aunque la mayoría nunca causará ningún problema, «existe más riesgo cuando estos lunares son atípicos. Por ello, es fundamental la prevención con la autoexploración (regla del ABCDE) y realizar revisiones periódicas en dermatología», apunta.

El melanoma: el gran enemigo

Ambas dermatólogas coinciden a la hora de afirmar que el riesgo de padecer melanoma es mayor en personas de piel muy blanca, pelirrojas, rubias o de ojos claros. Y avisan de que si se tiene un antecedente familiar de cáncer de piel primer grado, o si tú mismo has padecido un melanoma, el riesgo de padecer otro es mayor.

En este punto, la doctora Martínez Morán llama la atención sobre el incremento de casos de melanoma que se están produciendo en España. A pesar de representar solo el 10 por ciento de todos los cánceres cutáneos, es responsable del 65 por ciento de las muertes por cáncer de piel. «Esto se traduce en unas tasas de mortalidad de 2,17 casos por 100.000 personas/año», destaca.

En la actualidad el diagnóstico y el tratamiento del melanoma suponen una importante carga de trabajo para los dermatólogos y para el sistema de salud. «A diferencia del cáncer cutáneo no melanoma, este tumor se diagnostica a una edad más temprana, con una media de edad de 55 años, y alcanza el pico más alto de incidencia por edad en las personas mayores de 65 años, aunque afecta también a las personas jóvenes», subraya la dermatóloga de Quirónsalud.

La importancia de un diagnóstico precoz

La supervivencia de los pacientes diagnosticados de melanoma depende del diagnóstico precoz. «En estadios iniciales la curación es la norma, mientras que en estadios avanzados tiene una tasa de mortalidad elevada».

La Skin Cancer Foundation subraya que el melanoma es la forma de cáncer de piel más peligrosa. «Si se extiende a los órganos internos, puede poner en peligro la vida. Afortunadamente, el melanoma raras veces ataca sin avisar. Hay que estar alerta porque si se detecta pronto, casi siempre tiene cura», explica Martínez Morán.

¿Cómo prevenirlo?

Hay una serie de sencillos consejos para prevenir el cáncer de piel:

  • Empleo de fotoprotector solar de amplio espectro.
  • Aplicar crema solar media hora antes de salir de casa, y reaplicarla cada dos horas, después de nadar o de sudar.
  • Buscar la sombra, sobre todo entre las 10 y las 16 horas.
  • Evitar las quemaduras.
  • Evitar el bronceado y las camas de bronceado UV.
  • Cubrirse con ropa, incluido sombrero de ala ancha y gafas de sol anti-rayos UV.
  • Mantener a los recién nacidos alejados del sol.
  • Examinar la piel del cuerpo cada mes.
  • Acudir al médico para que realice un chequeo de la piel.

Entre los tratamientos, la cirugía ocupa el primer lugar, pero en los cánceres en fase avanzada se utiliza la quimioterapia, la radioterapia y la inmunoterapia. «Estos tratamientos son capaces de frenar el avance de la enfermedad y de alargar la vida, aunque los melanomas en fase terminal son difíciles de frenar por completo. Reconocer las primeras señales de alarma es la clave para salvar vidas».

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