La vacunación masiva de la población se ha ralentizado durante el mes de agosto y según avanza la distribución de la vacuna es más difícil vacunar. Esa ralentización se ha notado en todos los países que han empezado antes a vacunar y se hace todavía más complicada en grupos con un porcentaje pequeño pendiente de vacunar. 

Porcentajes que cuesta reducir, como los de personas que faltan por vacunar entre los mayores de 40 años. Entre la población de 70 a 79 años sólo un 0.8% no ha recibido una vacuna, pero es un 7% entre 50 y 59 y un 15% entre los que tienen entre 40 y 49 años. Con los datos de este viernes del Ministerio de Sanidad las personas entre 40 y 79 años  -excluyendo los mayores de 80 que están 100% vacunados- hay 22 millones de  personas con, al menos, una dosis. Según los datos de julio del INE de 2020 -que son los de referencia de la vacunación- quedan pendientes de vacunar 1.901.398, una vez que se descuenta los 22.419.283 personas con un dosis a los 24.320.681 de personas que fija el INE que tienen entre 40 y 79 años. Esta cifra cercana a los dos millones ha bajado en menos de 100.000 en una semana, lo que muestra la dificultad de ir recortando esta población más vulnerable.

Para Daniel López Acuña “estamos en un momento de la vacunación en el que hay que ir a la repesca, identificación y perseguir el objetivo de vacunar a los que no han sido vacunados que tienen más de 40 años, además de seguir vacunando a los personas jóvenes”. Para este epidemiológico se trata de “un colectivo que por una razón o por otra no pudieron ser vacunados en la fase inicial. Hay que intensificar la tarea de ir a por ellos, es prioritario”.

Si bien Acuña considera que en España no tenemos un problema grave de antivacunas de la magnitud de otros países de Europa señala que "necesitamos el 85% o 90%  de la población vacunada para poder acercarnos a la inmunidad de grupo”. En este sentido el 4% que suponen dos millones de mayores de 40 años es clave. 

Algunas comunidades autónomas ya han realizado repescas entre la población de estos grupos de edad. La Comunidad Valenciana va a volver a llamar para citar de nuevo a las personas que no fueron a vacunarse pese a haber sido citadas.

Unos grupos que van a ser difíciles de convencer, los más accesibles son los que tienen miedo y con pedagogía se podrá actuar sobre ellos"

Enrique Bassat, epidemiólogo

El epidemiólogo de ISGlobal, Enrique Bassat, identifica dentro de este grupo de personas no vacunadas tres tipos diferentes, “los que no quieren vacunarse, los que le tienen miedo y lo están posponiendo al máximo, pero quieren vacunarse y los que han tenido Covid y creen que no es necesario vacunarse. Unos grupos que van a ser difíciles de convencer, los más accesibles son los que tienen miedo y con pedagogía se podrá actuar sobre ellos", afirma.

Las autoridades sanitarias se encuentran con esta dificultad para convencer a los rezagados en la inmunización. En Menorca sólo cinco de cada cien llamadas realizadas a esta población a repescar culmina con una cita para recibir la vacuna.

Para Bassat estos dos millones de mayores de 40 años son importantes para el control de la pandemia: “Cuando hablábamos de 70% de población vacunada no era necesario vacunar a los jóvenes si éramos muy buenos vacunando a los mayores”, destaca. 

Si bien Bassat prefiere no hablar de porcentajes de inmunidad de grupo, recuerda que el Grupo Colaborativo Multidisciplinar para el Seguimiento Científico de la Covid-19 (GCMSC), integrado por médicos e investigadores, ha calculado que la inmunidad de grupo se logrará con el 85% de la población vacunada, y no con el 70% estimado hasta ahora, por lo que recomienda vacunar a los adolescentes de 12 a 16 años en los centros escolares.

Según el modelo matemático desarrollado por este grupo en colaboración con expertos de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), si el nivel de vacunación de la población adulta no supera el 70%, habría que vacunar entre un 30 % y un 50 % de la población entre 12 y 17 años.