Las consecuencias por la infección del coronavirus pueden ir desde pasar inadvertidas hasta causar la muerte de un ser humano. La lucha contra la pandemia ha generado una potente respuesta de la comunidad científica, que ha desarrollado en tiempo récord varias vacunas para combatir el SARS-CoV-2.

Como otros muchos fármacos, la vacuna contra el coronavirus puede generar efectos secundarios en aquellos que reciban la dosis, en el caso de España, más del 70 % de la población ya ha sido vacunada con la pauta completa. Por lo general, las dolencias relacionadas con la vacuna del Covid han sido leves o moderados y de corta duración. Entre ellos, se incluyen los siguientes: fiebre, cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos, diarrea y dolor de brazo. Sin embargo, el jefe de estrategia de vacunas de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) , Marco Cavalieri, ha informado de la existencia de un vínculo entre el síndrome de Guillain-Barré y la vacunación con AstraZeneca y Janssen.

"El síndrome de Guillain-Barré debe ser agregado a la información del producto como efecto secundario de la vacuna contra el coronavirus", ha señalado la EMA, que ha puntualizado que únicamente tiene conocimiento de 833 casos de este síndrome en todo el mundo hasta el 31 de julio en relación con las casi 600 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca y de 108 casos hasta el 30 de junio y 21 millones de personas inoculadas con Janssen.

Qué es el síndrome de Guillain-Barré y cuáles son sus síntomas

El síndrome de Guillain-Barré es una enfermedad autoinmune que produce la inflamación de nervios y que ocasiona debilidad y parálisis muscular. Las dolencias autoinmunes tienen lugar cuando las propias defensas atacan parte del sistema nervioso periférico por error.

Entre los síntomas más corrientes se encuentra el hormigueo y los pinchazos en las extremidades, la debilidad en piernas y brazos, la dificultad para caminar y subir escaleras o los dolores punzantes que pueden ir acompañados de calambres.