PUSO EN JAQUE a la Junta de Susana Díaz liderando las protestas en defensa de la sanidad pública andaluza en Granada, y en 2020 su figura se viralizó en toda España debido a algunas de sus controvertidas y vehementes opiniones sobre la pandemia. Gracias a las redes sociales y a su carismática personalidad, el médico de urgencias Jesús Candel, alias Spiriman, logró que sus mensajes e iniciativas obtuvieran una gran repercusión mediática y social. Presidió la Asociación Justicia por la Sanidad y puso en marcha la UAPO (Unidad de Apoyo a Pacientes Oncológicos), que procura una atención multidisplinar a los enfermos de cáncer combinando el trabajo de oncólogos con el de médicos de atención primaria, fisioterapeutas, psicólogos y nutricionistas.

Candel se dio cuenta de las dificultades para encontrar un tratamiento oncológico integral después de que a él mismo le diagnosticaran un agresivo cáncer de pulmón en 2020. La enfermedad se lo llevó en octubre de 2022, pero dejó un libro póstumo recién publicado, Lucha por la vida (Martínez Roca), donde recogió reflexiones y consejos para que los pacientes de cáncer no se bloqueen por el miedo y adopten una actitud positiva y un estilo de vida saludable que favorezca su curación.

A continuación reproducimos un fragmento del libro, donde Candel analiza las diversas fases que atraviesa un paciente de cáncer antes de alcanzar la aceptación de la enfermedad.

EL PROCESO de aceptación es común a todas las personas y muy similar al duelo que provoca la pérdida de un ser querido. Según la doctora Elisabeth Kubler-Ross, una de las principales expertas a nivel mundial en los cuidados paliativos y la aceptación de la muerte, se pasa por cuatro fases hasta llegar a la aceptación.

Fase 1: la negación

Se niega la realidad cuando no se está preparado para enfrentarse a ella. En tu mente surgirán todo tipo de pensamientos (como creer que ha habido una equivocación) combinados con un montón de miedo ante el diagnóstico. En este punto es probable que te sientas solo. Nadie, ni siquiera tú, entiende todavía lo que sucede y cómo afrontarlo.

Para lidiar con esta primera fase lo mejor es que preguntes todas las dudas que te surjan. Cuando vuelvas a casa te aparecerán nuevas, apúntalas en un papel y llévatelas en la siguiente consulta.

Y recuerda que los médicos que te están tratando son la fuente más fiable. Si buscas información alternativa por medio del «doctor Google», es mejor que te asegures de consultar páginas médicas de verdad. Pregunta a tu médico cuáles son las páginas web fiables.

Fase 2: la ira

Cuando ya no seas capaz de negar la realidad, aparecerá esta segunda fase. En ella te sentirás muy cabreado. Incluso es probable que la tomes con los médicos por no haber detectado antes la enfermedad, contigo mismo por no haberte cuidado más o con tu entorno (familia, amigos, compañeros de trabajo…) por no comprender lo que estás pasando.

En este punto, párate a reflexionar. ¿Toda esa rabia y ese dolor te están ayudando? ¿Te hacen sentir mejor?

Fase 3: la negociación

Esta etapa es determinante para el paciente. Es el momento en el que toma conciencia de la realidad que va a vivir, así que llega a pactos consigo mismo para cambiar si todo vuelve a ser como antes. Olvídate de negociaciones vacías y cambia ya para mejorar. Por ejemplo, empieza a hacer ejercicio, a abandonar el estrés, seguir las recomendaciones médicas, etc. En este punto tu percepción de la enfermedad ha avanzado hasta reconocer que existe, pero aún no has terminado de aceptarlo.

Fase 4: la depresión

El impacto de enfrentarse a tener cáncer es brutal a nivel físico, emocional y social. Y aunque te hayas propuesto mejorar tu actitud y actuar frente a la enfermedad, es probable que empieces a sentirte tan pequeño que no te veas capaz de organizar y dirigir tu vida. Quizá decidas renunciar a hacer ciertas cosas por miedo a lo que pueda pasarte o a la sensación de incapacidad que te provoca estar enfermo. También es posible que empieces a sentir pena por ti mismo y mucha apatía ante este cambio tan brusco. Incluso que ya no tengas ganas de pensar en el futuro.

"La forma más sencilla de que tu vida cobre de nuevo sentido es conseguir la máxima autonomía y seguir aprendiendo más sobre tu enfermedad"

Y es que todo el mundo pasa por días mejores y días peores. No siempre estarás con la moral por los aires, pero tampoco con ella por los suelos. La forma más sencilla de que tu vida cobre de nuevo sentido y te sientas cómodo es conseguir la máxima autonomía y seguir aprendiendo más sobre tu enfermedad.

Averigua con qué actividades te sientes mejor, cuáles pueden desencadenar una crisis y qué tratamiento es el más adecuado para mejorar tu calidad de vida. Si no eres capaz de levantar los ánimos por ti solo, consulta con un experto. Un psicólogo puede obrar maravillas y ayudarte a poner el foco en donde debe estar.

Fase 5: la aceptación

Si superas con nota las fases anteriores, habrás llegado a la aceptación. En este punto ya habrás comprendido que tu nueva realidad incluye el cáncer dentro de la ecuación, pero tienes que darte cuenta de que es parte de la vida, no un castigo por haber hecho algo mal. Aceptarlo no significa que te resignes, sino que has tomado conciencia de ello. Y para aceptar lo que te está pasando es necesario que asumas responsabilidades y te respetes a ti mismo.