La sensación es que ahora mismo todo el mundo está enfermo. O al menos lo ha estado. Y los que no, que no canten victoria. Porque los casos de Gripe A, Covid-19 y VRS -un virus que puede causar bronquiolitis y que afecta sobre todo a los niños- no han dejado de aumentar en las últimas semanas. Pero mientras que el número de contagios de los dos últimos se está estabilizando (no así las hospitalizaciones, que continúan en alza), lo más preocupante es la gripe. En la última semana los contagios han aumentado un 76%, y los ingresos hospitalarios, un 60%,según datos del Instituto de Salud Carlos III, adscrito al Ministerio de Sanidad.

En algunos aspectos lo vivido en los últimos días ha sido como montarse en el DeLorean y viajar a 2020. Aunque, eso sí, a escala mucho más baja. "Estamos teniendo una 'tripledemia' de infecciones respiratorias agudas. El año pasado ya tuvimos algo parecido, pero ahora es de mayor intensidad. El aumento de la incidencia ha sido vertiginoso, sobre todo de la Gripe A, que está trazando una verdadera curva epidémica", relata Daniel López Acuña, médico epidemiólogo y ex director de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Para el experto todo esto ha sido consecuencia de tres factores, que han desencadenado "la tormenta perfecta". Primero, que estamos en una época de frío y humedad, donde tradicionalmente las infecciones respiratorias agudas repuntan. Segundo, que la baja tasa de vacunación que hay entre la población nos ha dejado desprotegidos. Y tercero, que hemos desterrado las mascarillas que nos acompañaron durante los últimos años.

"Ha faltado actitud entre la población para vacunarse, pero también una posición más clara de las autoridades, que han actuado de manera muy pasiva. El resultado es que ahora mismo sólo el 50% de la gente se ha vacunado contra el Covid y contra la gripe, una cifra menor a la que había el año pasado", asegura López. "Además, hay que concienciar a la gente de que deben llevar las mascarilla si están infectados, en el transporte público y en los centros de salud y sociosanitarios, porque muchos está yendo por libre", añade.

El problema, de acuerdo con el experto, es que mucha gente desconoce la necesidad de las dosis de refuerzo de las vacunas, que van perdiendo efectividad con el tiempo, a la par que los virus van mutando. Esto pone en peligro a toda la población, pero especialmente a las personas mayores de 65 años, al personal sanitario, a las mujeres embarazados, a los inmunosuprimidos y a aquellos con patologías crónicas que los hacen vulnerables.  

Por todo ello, el mensaje que lanza es claro: "La vacuna de la gripe debe renovarse todos los años. Y en cuanto al Covid, mucha gente que se vacunó piensa que ya no necesita más. Por eso las últimas dosis, que protegen de más variantes del virus, ya hubo mucha gente que no las recibió. En cuanto al VRS, desde hace unos meses hay una vacuna aprobada por la Agencia Europea del Medicamento, que protege a los niños. Muchas familias ya se las han puesto a sus hijos, pero no las suficientes".

Sin embargo, otros expertos consideran que la situación que estamos viviendo no es en absoluto anómala. "No estamos tan mal, es lo que se espera en esta época. Lo que pasa es que ahora estamos mucho más atentos a los datos, y por eso da la sensación de que es una catástrofe. Pero estamos exactamente igual que todos los años. Hay menos Covid y quizás algo más de gripe, pero tampoco es una cosa extraordinaria", resume Quique Bassat, pediatra y epidemiólogo del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).

Bassat considera que la clave está en que la tasa de vacunación del virus VRS ha mejorado mucho desde el año anterior, en el que a estas alturas estaban "desbordados" por los casos de hospitalizaciones. En cuánto al Covid, considera que la población está en general "razonablemente bien protegida" frente a la enfermedad grave. Aunque, eso sí, coincide en que la cobertura respecto a la gripe ha empeorado después de la pandemia, porque "no se han vacunado todos lo que deberían".

En lo que también concuerdan ambos expertos es en que la experiencia con la pandemia del Covid no nos ha hecho estar más preparados frente a estas situaciones. "Tenemos un problema estructural. No hemos aprendido aún que en algunos momentos del año hay que reforzar el sistema sanitario. Ahora mismo los hospitales y centros de salud están muy tensionados porque hay necesidad de personal adicional", explica Bassat.

"Lamentablemente no parece que hayamos aprendido la lección. Es como si hubiéramos querido pasar página rápidamente, cuando hay que tomar más medidas. Estos días, con las cabalgatas y las reuniones familiares por Reyes, la tendencia será que el número de casos siga aumentando. Y no creo que el pico de contagios llegue antes de dos o tres semanas, a no ser que mucha gente se vacune. De momento, sumando los tres virus, las cifras de incidencia son similares a las que hubo a finales de 2021 con la ola de casos de ómicron. Estamos ante un problema de magnitud importante", afirma López por su parte.

Disparidad de criterios en las CCAA

Mientras esperamos a que llegue el pico de contagios y la situación vuelva a la normalidad, muchos hospitales y centros de salud a lo largo de la geografía española no dan abasto para atender a sus pacientes. Pero cada región está actuando como considera oportuno. Cataluña, la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia han anunciado que retoman la obligatoriedad de llevar mascarillas en los centros de salud. Por su parte, Aragón obliga a llevarlas a los profesionales sanitarios y sociosanitarios, pero sólo las recomienda para el resto de la población en lugares cerrados.

En paralelo, La Rioja, Asturias, Galicia, Baleares, Comunidad de Madrid, Castilla y León, País Vasco o Navarra han informado de que no comparten la obligatoriedad y se decantan por únicamente recomendar su uso. Y Castilla-La Mancha ha avanzado que adoptará la decisión "que marquen los expertos".

Precisamente para unificar criterios, este viernes la ministra de Sanidad, Mónica García, ha asegurado que su departamento solicitará a todas las comunidades autónomas la obligatoriedad del uso de mascarillas en centros sanitarios. Aunque, según explicó lo hará de "manera transitoria" mientras dure el pico epidémico de los virus respiratorios.

La 'tripledemia', en datos

Los últimos datos del Instituto Carlos III, que datan del 25 al 31 de diciembre de 2023, muestran que la incidencia de la gripe en Atención Primaria sigue en escalada en todos los grupos de edad, siguiendo con la tendencia que comenzó a principios de noviembre. Actualmente la tasa de contagios es de 438,3 casos por 100.000 habitantes (la semana anterior era de 249,4 casos), siendo los menores de un año los más afectados (1.661,9 casos por 100.000 habitantes). La tasa de hospitalización está en los 9,5 casos/100.000 habitantes (la semana anterior fue de 5,9 casos), aunque en los adultos de 80 años o más llega a los 62 casos/100.000 habitantes.

En cuanto al Covid-19, su incidencia en Atención Primaria presenta "fluctuaciones". La tasa de contagios se sitúa en 103,2 casos por 100.000 habitantes (142,1 casos en la semana previa), siendo los adultos de 65 o más años los más afectados (154,5 casos por 100.000 habitantes). La tasa de hospitalización de este virus es ahora de 3,5 casos/100.000 habitantes (por 2,4 casos que había en la semana previa), y se observa que viene en aumento desde las últimas cinco semanas. Los adultos de 80 o más años y los menores de un año tienen las tasas más altas de hospitalización (37,5 casos y 11,8 casos/ 100.000 habitantes, respectivamente).

Por contra, la tasa de infección por VRS en Atención Primaria presenta un descenso desde la semana pasada. Ahora mismo se sitúa en 98,6 casos por 100.000 habitantes (129,6 casos en la semana previa), con los menores de un año (830,9 casos por 100.000h) como los más afectados, seguidos del grupo de 1-4 años (807,1 casos por 100.000 h). Sin embargo, se mantiene el ascenso de la tasa de hospitalización, que se sitúa en 5,2 casos/100.000 habitantes (4,3 casos en la semana previa). Por grupos de edad, las mayores tasas de hospitalización se observan en el grupo de los menores de un año (93,7 casos/100.000 habitantes). 

Juntando los tres virus, la tasa global de contagios es de 952,9 casos/100.000 habitantes (la semana anterior fue de 921,7 casos), siendo los menores de 1 año (4.154,7 casos/100.000 habitantes), y los de 1-4 años (2.622,9 casos/100.000 habitantes) los más afectados. Por su parte, la tasa de hospitalización es de 28,7 casos/100.000 habitantes (21 casos en la semana previa), con los adultos de 80 o más años (191,4 casos/100.000 habitantes) y el grupo de los menores de un año (168,7 casos/100.000 habitantes) a la cabeza.