La aplicación de la crema solar es un paso no negociable en cualquier rutina de la piel del rostro. No obstante, muchas personas eligen llevarlo a cabo encima del maquillaje o combinar ambas cosas para ir más rápido. Aunque esta rutina puede parecer inocente y hasta aliviar el aspecto del rostro, a la hora de verdad supone una pérdida de la efectividad del producto solar y, en consecuencia, de la buena salud de la piel del rostro.

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Crema solar sobre el maquillaje

Cuando se aplica crema solar sobre el maquillaje se interrumpe la armonía que debe de existir para que el filtro actúe correctamente. Para que el protector funcione como se debe, necesita estar en contacto directo y homogéneo con la piel. El hecho de que haya una base debajo impide que pueda extenderse como se debe, ocurriendo zonas desprotegidas.

Por otro lado, cuando se aplica la crema solar sobre el maquillaje, se puede dar el caso de aplicar menos cantidad a la habitual. De esta forma, la aplicación deficitaria de este producto también puede empeorar el efecto del protector solar, dejando así a la piel al descubierto, aunque estéticamente parezca cubierta.

Inestabilidad de los ingredientes

Las cremas solares son fórmulas químicamente inestables que requieren no ser alteradas para realizar su función. Al ser aplicadas sobre el maquillaje, pueden ser alteradas por alguno de los componentes de las bases, especialmente si estas contienen siliconas, aceites o polvos matificantes. Esa inestabilidad las vuelven ineficaces y nos dejamos una falsa sensación de protección.

Cómo afecta la mezcla de crema y maquillaje

El hecho de mezclar crema con SPF y maquillaje condiciona la resistencia al sudor y al roce. El filtro se diluye, lo que hace que se pierda su capacidad de permanecer firme. Cualquier contacto (tocar la cara, limpiarse la cara con un pañuelo...) puede eliminar parte de la protección de la piel, aunque no se note visualmente.

Menos eficacia

La mezcla generalmente proporciona un resultado más homogéneo y natural, lo cual es atractivo a nivel estético, pero este resultado tiene un coste, una menor duración de la protección solar y del propio maquillaje. Así, al diluir el SPF, también se disminuye su fijación, lo que acaba por resultar en un desgaste más presuroso del acabado en el transcurso de las horas.

Aplicar la crema solar como primer paso

La acción más efectiva para resguardar la piel consiste en aplicar la crema solar sobre el rostro limpio. Esperar que la crema solar se haya absorbido por unos minutos creará una barrera eficaz frente al sol. Entonces, se puede aplicar el maquillaje sin comprometer la protección ni la resistencia del producto. Este proceso garantiza una adecuada aplicación, incrementando también su duración, ya que se fija sobre una buena base.

Retocar la protección sin arruinar el maquillaje

Para contar con una protección a favor de la piel durante todo el día de forma cómoda y práctica, puedes recurrir a las brumas, a los polvos con SPF o a sticks transparentes. Estos tipos de productos están pensados para reaplicarse sobre la base de maquillaje, a fin de que no altere su resultado final.

Por tanto, aplicar la crema solar sobre el maquillaje, en líneas generales no resulta ser efectivo si se quiere garantizar una buena protección, ya que perjudicarán el filtro protector. En consecuencia, la mejor opción es aplicar el protector solar en primer lugar, dejarla que actué durante varios minutos y, a continuación, proceder a maquillarse. De este modo se podrá obtener la máxima protección para la piel y se conseguirán los mejores resultados durante todo el día, a la vez que puedas mantener el maquillaje.

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