Cuando hablamos de cuidar la vista a medida que pasan los años, los pequeños gestos pueden tener una gran relevancia. Hablamos de un gesto fundamental: la alimentación Una fruto seco ha llamado poderosamente la atención de los oftalmólogos por la capacidad para proteger la vista: las avellanas. Incorporarlas moderadamente a tu dieta alimentaria no solo te ofrece sabor y textura, sino que puede ayudarte a frenar el deterioro visual relacionado al envejecimiento.
Avellanas y salud ocular
Las avellanas poseen un elevado contenido de vitamina E, un gran antioxidante, que protege a las células del ojo del daño oxidativo que menoscaba la llegada de los radicales libres. Esta función es importante para la prevención del envejecimiento de la retina y para evitar la degeneración macular relacionada con la edad, que es la principal causa de la pérdida de visión en los individuos de más de 60 años. Por otra parte, el aporte de vitamina B2 y ácido fólico contribuye a la disminución del riesgo de cataratas y a la regeneración celular.
Cómo influyen en la prevención ocular
La degeneración macular asociada con la edad es una enfermedad progresiva que afecta a la mácula, la zona de la retina fundamental para la visión central y la visión detallada, y aunque existen tratamientos médicos que pueden retrasar su evolución, la mejor opción de todas es la prevención. Los avellanas en la dieta permiten disfrutar de los nutrientes que permiten fortalecer la salud ocular en el interior y actuar con carácter preventivo ante este tipo de enfermedades.
Cómo consumir avellanas para obtener sus beneficios
Un pequeño puñado al día —de unos 25-30 g o entre 15 y 20 avellanas— es una cantidad suficiente para obtener los beneficios de las avellanas y no perjudicar el balance calórico. Esta cantidad de fruto seco aporta una buena cantidad de grasas saludables y vitaminas y minerales beneficiosos para cuidar la visión y el bienestar general.
Formas creativas de incorporarlas en tu dieta
Las avellanas se pueden comer crudas, tostadas (sin azúcar o sal) o mezcladas con recetas saludables; podemos añadirlas a yogures, ensaladas, batidos o incluso como topping en cremas vegetales. También se pueden considerar como una buena opción para picar entre horas por su efecto saciante y sus propiedades nutritivas.
Otros hábitos que protegen la vista
Uno de los factores que más influye en la salud visual actualmente es el uso intensivo de pantallas. Para evitar sus efectos, sigue la regla 20-20-20: cada 20 minutos, ver un objeto que esté a 20 pies (aproximadamente unos 6 metros) de distancia durante un mínimo de 20 segundos. También se puede modificar el brillo de la pantalla y usar una luz adecuada.
No descuides las revisiones oftalmológicas
Las revisiones oftalmológicas periódicas permiten la detección y el tratamiento en el ciclo correspondiente de cualquier alteración visual. Estas revisiones, junto a una alimentación rica en nutrientes como los de las avellanas o una vida saludable en el propio sentido: la no ingesta de tabaco, el uso de fotoprotección (sólo en caso de exposición) y el debido descanso visual forman parte del cuidado integral de la vista.
Por tanto, las avellanas, no solamente saben muy bien, sino que son también, un excelente tráfago mudo en el auxilio de la visión. Su alto contenido en antioxidantes, en vitaminas y en grasas saludables hace de ellas un alimento inteligente para trabajar tu salud ocular de forma natural. Incluirlas en tu dieta de costumbre, junto a los buenos hábitos visuales, puede permitirte tener los ojos más sanos durante más tiempo. Porque cuidar tu vista empieza por lo que incluyes en tu alimentación.
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