En estas elecciones ha habido tres claros ganadores y un evidente perdedor. Uno, el PSC que ha casi doblado su representación parlamentaria y ha confirmado el acierto de la apuesta hecha por el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, que se arriesgaba mucho con la decisión porque si Salvador Illa hubiese fracasado la factura se le habría pasado al palacio de La Moncloa.

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