Isabel Díaz Ayuso no ha evadido preguntas, pero sí se ha mordido la lengua a la hora de opinar sobre la intensa batalla interna por el control del PP de Madrid. "Las cuestiones de partido pesan, y me gustaría hablar muchas veces de ellas, pero tengo una responsabilidad y un logo detrás que me recuerda que estoy aquí para trabajar por todos los madrileños", se justificaba la presidenta de la Comunidad de Madrid para evitar ahondar en las cuestiones que versan sobre su pugna abierta con la dirección de Génova y también con el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, por el control orgánico del partido en Madrid.

La sucesión de reproches, desmentidos, filtraciones e, incluso, amenazas ha estado al orden del día en el seno de las filas populares hasta el punto de generar una enorme división interna y malestar continuo en diferentes capas del partido, desde la cúpula hasta la militancia. Pero Díaz Ayuso no cejará en su objetivo de presidir el PP de Madrid, dirigido por una gestora desde 2018, para hacerse finalmente con las riendas de la organización más influyente e importante de los populares a nivel nacional. En la Puerta del Sol insisten en que Ayuso sólo reclama para sí el poder con el que cuentan el resto de presidentes autonómicos del PP, que dirigen la organización popular en sus respectivos territorios. En la dirección insisten en la tesis de que "el caso de Madrid es distinto" y que las riendas del control orgánico las debe tomar Génova.

"Lo que está pasando estos días es complicado", reconocía Ayuso ante los medios de comunicación tras la reunión de su Consejo de Gobierno, una intervención en la que ha exigido a Pablo Casado convocar primarias en Madrid "cuanto antes" para poner así punto y final a la "confrontación" que sacude violentamente al partido. "Creo que ir a unas urnas a uno siempre le hace libre. Me gustaría seguir adelante con este proceso, y lo voy a hacer", zanjaba la dirigente regional, que advierte que no cederá a la presión de la cúpula nacional.

Tal y como publicó El Independiente, en la dirección nacional no conciben que Ayuso pueda ser presidenta del PP de Madrid y se aferran a que la vía ha de ser la de un candidato "de consenso", una vía intermedia entre Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida para evitar un choque de trenes interno de gran magnitud. Pero la líder regional no está por la labor y presentará batalla por su "legítima aspiración", como defienden en su entorno, de aspirar a la presidencia del PP de Madrid. "A mí no me preocupa el poder, sino no poder ejercerlo en la Comunidad", insistía.

"Los madrileños necesitan un Ayuntamiento y una Comunidad fuertes, cohesionados. Y sé que lo vamos a conseguir", añadía Ayuso, que ha evitado responder a la posibilidad de que Martínez-Almeida se convierta en su rival en unas hipotéticas primarias madrileñas. "Tengo muy claro que la colaboración y la lealtad con él es necesaria. Mi trabajo con el alcalde siempre ha sido de absoluta complicidad y apoyo, y siempre seguirá así". Tampoco ha respondido la presidenta madrileña si ha hablado últimamente con Pablo Casado para tratar de reconducir la situación interna, pero ha insistido en que, en base a la "buena relación" de la que ambos hacen gala, en la batalla interna del PP de Madrid también se impondrá la "normalidad" y la "coherencia". "El resultado va a ser bueno, porque nadie entendería que no sea así".