Ya ha comenzado el fin de semana de la coronación. Antes de que el rey Carlos III reciba la corona de San Eduardo en la abadía de Westminster, el monarca y su mujer han recibido a mandatarios y jefes de Estado de todo el mundo. Ha sido en el palacio de Buckingham, en un tono más informal que una cena de Estado.

Según se hizo llegar a los medios británicos en los días previos, la intención era juntar a familia, amigos y realeza de todo el mundo para dar comienzo a las celebraciones. Sin embargo, ha sido un encuentro corto, ya que Carlos III y Camilla tendrán que madrugar mañana para cumplir con la puntualidad británica. A las 10.30 (hora española) se espera que estén en el carruaje de camino a Westminster.

A la recepción de este viernes han asistido unas mil personas, entre las que estaban Felipe y Letizia, reyes de España. La reina Letizia ha lucido un favorecedor vestido verde firmado por Victoria Beckham, en un claro homenaje a la cultura británica.

La pieza destaca por su largo midi, mangas globo y fruncido en el frente. Las zapatos y el bolso, de un verde bosque intenso. Además, ha optado por el broche en forma de lazo que se puso para la cena de gala de esta semana, una pieza que perteneció a María Cristina de Austria.

Los reyes han llegado unas horas antes de la cita a la Embajada española en Londres, donde se alojarán estos días. El mismo sábado son Felipe volverá a España, concretamente a Sevilla, donde disfrutará del final de la Copa del Rey junto a su hija menor, Sofía.

La realeza internacional reunida en Londres

Otros reyes y príncipes internacionales que han asistido han sido Abdalá II y Rania de Jordania; Felipe y Matilde de los belgas con su hija mayor, Elisabeth; Amalia de Holanda con su abuela, la princesa Beatriz; y muchos más. Junto a ellos han estado también los miembros de la Familia Real británica.

Los primeros en llegar fueron Kiko y Fumihito de Japón, aterrizando en la capital británica el jueves y trasladándose a su hotel.

Carlos III y su hijo Guillermo, junto a Kate, han salido a las puertas de Buckingham cuando quedaba algo más de una hora para la recepción. Allí se han encontrado con las multitudes, y se han dado un paseo de unos 10 minutos saludando a los presentes.