El partido de Santiago Abascal volvió a recurrir al MBH Bank de Hungría para financiar la campaña de las elecciones europeas después del precedente de las municipales y autonómicas de 2023. En concreto, solicitó un crédito de siete millones de euros, meses después de desvelarse que ya había pedido prestado otro de 6,5 millones y que fue devuelto íntegramente, con comisiones, al percibir los ingresos propios y derivados de las subvenciones por la campaña de generales de ese mismo año. Esta relación con la entidad financiera húngara, que en parte es propiedad del Gobierno de Víktor Orbán a través del fondo Corvinus [implicado también en el intento de compra de Talgo], no pasó desapercibida en España.

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De hecho, meses después de las elecciones europeas, el partido de Abascal dio el paso, dejó el Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) de Giorgia Meloni y transitó hacia el nuevo grupo impulsado por Orbán, Patriotas por Europa. Sin embargo, desde Vox siempre se defendió la legalidad de estos procedimientos. "Todo está auditado por el Tribunal de Cuentas", aseguran en el partido, que celebró notablemente que la semana pasada la Fiscalía Anticorrupción archivase una denuncia por financiación irregular presentada en diciembre por el PSOE.

Desde Vox también se distingue que al ser un crédito, no se incumple la Ley de financiación de partidos de España, que recoge que las entidades políticas "no podrán aceptar ninguna forma de financiación por parte de Gobiernos y organismos, entidades o empresas públicas extranjeras o de empresas relacionadas directa o indirectamente con los mismos". En el PSOE, en el momento en el que se presentó la denuncia, se aseguraba que, con todo, pese a esa devolución, Vox podría estar beneficiándose de una relación de mutuo interés con Orbán para dotar económicamente a partidos que desestabilicen las democracias europeas.

De hecho, se hacía hincapié en las altas cantidades otorgadas y que en el pasado ese banco ha servido de trampolín a partidos como el de Marine Le Pen en Francia, ello sin aclararse si hay intereses de Rusia de fondo.

La justicia, con todo, no ha apreciado irregularidades. Sí lo ha hecho con la sanción a Vox por financiación a través de donaciones irregulares relativas a la comercialización de merchandising, con dos multas que ascienden al millón de euros. La primera en 2024, de 233.324 euros. Le siguió este 2025 otra de 862.496 euros.

Con este último crédito húngaro, los de Abascal cubrieron los gastos de campaña. Así figura en el borrador de las cuentas del partido que deberá de aprobarse el próximo domingo 30 de junio durante la celebración de la Asamblea General de Vox. Al documento ha tenido acceso El Independiente, después de que adelantara su contenido la agencia de noticias Europa Press.

Además de reflejarse que Vox pagó ese primer crédito y su devolución íntegra, el borrador de las cuentas del partido confirman la información publicada a principios de marzo por El Independiente. En ella, este digital dejaba constancia de que los de Abascal habían mentido al asegurar que recurrían a un banco extranjero porque las entidades españolas negaban la concesión de créditos a Vox.

En concreto, y como ahora se refleja en ese documento —el partido lo tenía publicado en su zona de Transparencia de su página web, aunque en un anexo escondido—, los ultraconservadores recibieron dos créditos del Banco Santander y del BBVA por valor de 2,6 millones de euros para financiar la campaña de las generales de 2023. El primero, por valor de 795.109,57 euros. El segundo de 1.828.723 euros. Se refleja, además, que el Santander volvió a aportar otro menor para las elecciones catalanas previas a esas europeas, en abril, de 160.000 euros, también devueltos.

Al cierre de este ejercicio, el partido devolvió 4,9 millones de euros de esos 7 totales. La deuda pendiente en este 2025 al MBH Bank es de 1,45 millones de euros. Vox tiene pendiente recibir 3,43 millones en concepto de subvenciones electorales del ciclo del año pasado. Asimismo, consiguió 3,7 millones de euros por cuotas de afiliados frente a los 4,5 millones logrados por esa vía en 2023. Hay que destacar que perdieron militancia, de 66.000 a 65.615. Pero que solo 32.022 en 2024 estaban al corriente de pago.

Otro aspecto destacable de las cuentas es que de esos ingresos, tanto por cuota de afiliados como por ingresos de subvenciones públicas, Vox aportó dos millones de euros a su think tank, la Fundación Disenso, durante el año pasado. Se añaden a los dos millones y medio de 2023. Este 2025 ya ha destinado un millón a la fundación.

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