El exsecretario de Organización del PSOE Santos Cerdán ha declarado este lunes en el Tribunal Supremo que nunca conoció al empresario Víctor de Aldama, que es víctima de una cacería política como lo será el ministro de Presidencia, Justicia y Relación con las Cortes, Félix Bolaños, y que vivió un año con el empresario Joseba Antxón Alonso en Madrid, si bien nunca amañó contratos públicos ni llegó a participar de su empresa, según explican a El Independiente fuentes presentes en la declaración. "Soy inocente y no me he llevado dinero y el PSOE tampoco. Sólo he trabajado para hacer gobiernos de coalición en este país", ha comenzado.

Cerdán ha estado cerca de hora y media declarando únicamente a preguntas de su abogado Benet Salellas, lo cual no ha permitido ni al fiscal Anticorrupción ni al juez Leopoldo Puente participar en el interrogatorio. El fiscal, no obstante, ha afeado en su turno que más que una declaración se había producido "una entrevista" y ha ubicado a Cerdán como el "jefe" de una organización criminal corrupta que estaba dentro del Ministerio de Transportes.

En su alegato final, el exsecretario de Organización del PSOE ha dicho que él ha sido "arquitecto" encargado de "montar gobiernos democráticos" y que está siendo investigado por una "cacería política". El problema, dice, es la foto con Junts y sus negociaciones por la amnistía y el siguiente en ser "víctima" será Bolaños. "Todo viene del fango", ha sostenido, según fuentes presentes en la cita.

Ha explicado que a Koldo García lo conoció entre 2010 y 2011, en la sede de Navarra cuando éste se presentó como afiliado de UGT y dijo que qué podía hacer para formar parte del PSOE. Él, sin embargo, nunca ha trabajado en el partido, sino que su labor era voluntaria, "siempre dispuesto a ayudar". Se puso a disposición del partido para montar equipos de seguridad y enviar publicidad por el territorio de Navarra. En julio de 2017

Sobre Antxón, el dueño de Servinabar 2000 que está bajo el foco de los investigadores, Cerdán ha explicado que lo conoció en 2006, pero que la relación de amistad comenzó hacia 2011. Que entre los dos hay un vínculo tan estrecho que se han producido comidas familiares, pero que él jamás ha influido en ningún contrato público para otorgarlo a esa constructora, sobre todo, porque cuando lo conoció estaba en la oposición.

Que el contrato que le vincula con el 45 por ciento de la empresa Servinabar fue una suerte de borrador que no se llegó a elevar a escritura pública nunca. Ha dicho que Antxón se lo propuso y que él lo consultó con su mujer porque se estaba planteando dejar la política por los malos resultados, pero que su esposa le disuadió de esa idea. Entonces, le dijo a Antxón que rompiera ese contrato que le daba parte de las participaciones por 6.000 euros.

Además, ha reconocido que vivió con Antxón Alonso un año y algo en piso en Madrid. Una habitación de un dormitorio a la que pusieron una cama en el salón.

Acciona y Javier Herrero

Cerdán ha reconocido también trato con el empresario Fernando Merino que trabajaba en Acciona y aparece en el informe de la Guardia Civil como la persona de enlace con la que hablaban en dicha constructora. "Se presentó en el despacho como delegado de Acciona en Navarra en 2014", ha explicado. Pero, después, a partir de llegar a Madrid en 2017 dejó de tener contacto con él y le sorprende que los agentes hagan una "suposición" a partir de una conversación sobre que hubo una cena con él en octubre de ese año.

En relación al que fuera director general de Carreteras con Ábalos Javier Herrero, ha señalado que sí le conocía y que tiene reuniones con él y con el delegado de gobierno de Navarra para hablar sobre las carreteras de la Comunidad Autónoma. Que les ayudó a poner en marcha el desdoblamiento de una autovía permitiendo que no se afectara el paisaje y no hubiera accidentes. En ningún caso, ha asegurado, se habló de contraprestaciones sobre las obras.

Al exsecretario de Estado de Transportes Pedro Saura también le conocía. "Me sorprende que el atestado [de la Guardia Civil] diga que tenemos mala relación. Es una persona que respeto. Pedro sale tras Ábalos y fue a Paradores. Tengo buena relación con él", ha indicado. Por eso, cuando se buscaba un responsable para Correos a él se le ocurre el nombre de Saura. "Montero pensó en el mismo", ha explicitado.

Reuniones semanales con Ábalos

Su relación con el exministro comenzó en las primarias de 2017, tras poner en marcha el equipo de trabajo de las primarias. Cuando Ábalos es secretario de Organización, Cerdán es su 'número dos' y despachan diariamente para temas del partido, pero en 2021 cuando el valenciano se va del ministerio las reuniones no cesan. Siguen despachando una vez a la semana cuestiones del partido.

No conoce a Aldama, pero sí a Villalba

Ha desmentido totalmente que Aldama le diera 15.000 euros en un bar como contraprestación a un "error" que había cometido el empresario por participar en un contrato público que pertenecía al "cupo vasco". Cerdán sostiene que ni siquiera conocía a Aldama, que no tiene mensajes con él y que es falso el "cupo vasco".

Sobre Pardo de Vera ha explicado que tenía una relación profesional con ella, pero que él nunca se encargó de ninguna adjudicación. Que él se dedicaba a comunicar a gente del partido las obras públicas, pero que no les obligó a adjudicar nada sino que quería que se pudieran comunicar más obras. Dicen fuentes presentes en la declaración que se ha vendido como una especie de responsable de comunicación de las obras en el partido.

Al guardia civil, también investigado en el caso Koldo, Rubén Villalba también ha reconocido conocerlo a través del asesor de Ábalos. "Le conocí en Pamplona a través de Koldo porque eran amigos íntimos. Cuando Koldo hacía la comida de la Agrupación iba Rubén y otros", ha explicado. Este comandante se reunió con la conocida como 'fontantera' del PSOE Leire Díez quien le ofreció supuestamente un pacto con la Fiscalía si apuntaba a corrupción dentro del Instituto Armado.

Audios

En cuanto a los audios que Koldo García grabó con Cerdán, Ábalos y otros políticos, ha explicado que no recuerda muchas de las conversaciones que se han transcrito en el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.

Que no se reconoce en muchas grabaciones, que algunas están sacadas de contexto o no están completas y que el relato que hace el Instituto Armado no es verídico.