De junio a julio el PSOE perdería 993.358 votantes que apostaron por Pedro Sánchez en las generales del 23-J. Así lo determina el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en su último barómetro de julio, en el que hasta el centro da un retroceso de 7,3 puntos. Habrá que esperar hasta septiembre, una vez se inicie el nuevo ciclo político, para un nuevo estudio. El organismo público que dirige el exsecretario de Estudios y Programas socialista, José Félix Tezanos, atribuye un descenso de 12,7 puntos de fidelidad de voto al PSOE en apenas 30 días. Ello con el informe de la UCO de por medio, que salpica a Santos Cerdán por presunta corrupción dentro de la trama Koldo, y el ingreso del ex mano derecha de Sánchez en prisión provisional.
Sánchez, con altibajos, había afianzado el voto del 23-J en algunos puntos respecto al año pasado. En algunos momentos, superaba los 70 puntos. En junio, con el caso de Leire Díez, la fontanera del PSOE, de por medio, los socialistas incrementaban su apoyo en 2,3 puntos superando el 34%. Algo que sorprendía en medio de la tormenta. Apenas bajaba 1,2 puntos en respaldo electoral directo entre los votantes del PSOE. De mayo a junio, Sánchez pasa de una lealtad del 69,8 al 68,6%. De junio a julio, el golpe ha sido mayor: se ha alcanzado el 55,5%.
¿Cómo afecta esto a la estimación de voto del PSOE? Partiendo de que Tezanos pasa de atribuir un 34,3% a un 27% a Sánchez, el descenso es considerable. De los 7.821.718 de votos que obtuvo el presidente del Gobierno en julio de 2023, ahora Sánchez lograría, bajo el prisma del CIS, 5.862.085 votos —hay otras transferencias menores de 'otros partidos' y del voto nulo que no se han contado pero podrían sumar un par de miles de votos—.
Se resume: de la mitad de votantes que el PSOE sigue teniendo según el barómetro, Sánchez cuenta con una base inicial de apoyo de 4,34 millones de electores. A ella, hay que añadirle las transferencias que provienen de otros partidos y de nichos como la abstención. Entre el voto que saldría de la abstención, Sumar, el nacionalismo de izquierdas catalán, gallego y vasco y, en cifras muy menores, de PP y otros partidos, Sánchez añadiría actualmente 1,52 millones de electores a su partido. En un mes, esas transferencias, en todo caso, también se han reducido en 80.000 votos, según el desglose que ofrece el CIS en sus microdatos y en relación a los resultados de 2023.
La importancia de los indecisos
Muchos de esos votantes que ahora dicen no apoyar directamente al PSOE no están del todo perdidos. Casi dos de cada diez se identifican como "indecisos". De junio a julio la cifra subió de un 13,5% al 18%. Sobre ese voto del 23-J, se trata de 1,4 millones de votantes, claves para, sumado a esos 5,8 millones anteriores, dejaría a Sánchez a medio millón de los resultados de las últimas generales. Hay que destacar el papel que puedan tener los nuevos votantes. En torno al 20% de los jóvenes votarían socialista.
1,4 millones de votos del PSOE están en el aire. Dudan entre insistir con Sánchez o en apostar por otra papeleta o la abstención. Son el colchón para reducir una caída electoral
Este CIS alerta del cuestionamiento que hacen los votantes socialistas al liderazgo de Sánchez. Solo el 17,5% de sus votantes le siguen depositando "mucha confianza". "Bastante" en el caso del 38,3%. "Poca confianza" le brinda el 26,4%, y el 17,1% no tiene "ninguna confianza" en él. Agrupadas estas dos, se puede afirmar que Sánchez solo tiene la confianza de seis de cada diez votantes. Entre los socios, salvo en EH Bildu, más de la mitad desconfían de él. Sumar tiene una división importante. El 41,1% de los de Díaz le dan "bastante confianza" y el 38,3% "poca".
La foto que presenta Tezanos, en todo caso, no es actual. El trabajo de campo se realizó tras el encarcelamiento provisional de Cerdán el 30 de junio, entre los días 1 y 7 de julio. Se han tenido en cuenta el comité federal del PSOE, los relevos en la dirección, como el de Rebeca Torró como nueva secretaria general —aunque la dirección será más coral y con contrapesos para que no se acumule poder en determinadas figuras—, y las trece medidas impulsadas por Sánchez. También el nombramiento y horas más tarde retirada de Paco Salazar, por denuncias de acoso.
Igualmente, en este estudio se ha tenido presente el tono duro de partidos como Sumar y el resto de socio, condicionando el rumbo de la legislatura a reformas de regeneración y medidas sociales. También la celebración del congreso del PP, donde Alberto Núñez Feijóo vetó cualquier posibilidad de gobierno de coalición con Vox, limitándose a un apoyo externo de los de Santiago Abascal.
Solo Yolanda Díaz tiene menor retención
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, es, tras Sánchez, la que menor retención de voto retiene. Es algo que viene repitiéndose a lo largo de toda la legislatura. Sumar —entendido como la confluencia que aglutina a Movimento Sumar, IU, Más Madrid, Catalunya en Comú, Chunta, Compromís y Més—, tiene asegurados desde las elecciones un tercio de su electorado. 38,5% en el caso de julio. El principal competidor sigue siendo Podemos, que araña constantemente a dos de cada diez electores a la izquierda del PSOE. En julio queda en 25,1%. Al igual que Sánchez, Díaz tiene un 16,6% de indecisos.
Abascal, el contraste
Aunque con altibajos, Vox sigue siendo el partido que mejor retención de electorado posee. En el mes en el que el CIS le da mejor atribución histórica, un 18,9%, Abascal sería respaldado nuevamente por el 78,4% de los suyos. Son quince puntos más solo entre junio y julio. Ese crecimiento porcentual tiene que ver, por un lado, por el descenso de PP y de PSOE, dado que los porcentajes no son muy diferentes a otras ocasiones desde las generales, y por entonces la máxima atribución eran 14 o 15 puntos. Pero también por las transferencias. Claves en Vox son: el PP, el voto joven y el abstencionista que ahora quiere participar en comicios.
Abascal duplica en un mes la transferencia de voto de los populares. Pasa del 7,2% al 13,7%, lo que supone 1,12 millones de votos. Teniendo en cuenta que a la inversa el PP se lleva un 9,7% de los apoyos de Abascal, unas 300.000 papeletas, Vox sale con un saldo positivo de 820.000 sufragios extra. Con sus retenciones, el apoyo de abstencionistas —con un 16,5% supone 2 millones— y con nuevos votantes jóvenes —es con un 24,5% quien más atrae—, las estimaciones del CIS pondrían a Vox por encima ligeramente de los 5 millones de votos.
A partir de septiembre se podrá apreciar si es una tendencia o un resultado anecdótico fruto de un momento puntual o de los métodos de Tezanos. Frente a este panorama, el resto de encuestas privadas dibujan un escenario parecido al PSOE al menos en atribución de escaños. Similar son también los resultados de Sumar. La diferencia radica en que a Vox no se le da, de media, más de quince puntos, y el PP se mueve muy por encima de los 33, algo que sigue sin reflejar el CIS.
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2 Comentarios
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hace 5 segundos
Es curioso comprobar como pase lo que pase el CIS de José Félix sigue en su máxima:
Al enemigo ni agua.
Sorprende que venga a decir que hay esos cientos de miles de votos de transferencia del PP a Vox.
Les voy a dar una teoría … Supongamos que Vox efectivamente crece …
No es más lógico pensar que de los 800.000 votos que obtuvo Alvise en las elecciones europeas algunos o muchos ahora vayan a Vox?
hace 40 minutos
Esa bazofia nos cuesta cinco millones. Ahora pone una «encuesta» que sube Vox, para seguir con el miedo de que llega la ultraderecha. Y pongo encuesta entre comillas porque esto ya huele como el comité de expertos de la pandemia. En el CIS está el sinvergüenza de Tezanos y seguro que lo demás son Jesicas en nómina…