"Ni brazos abiertos ni puños cerrados". La vicesecretaria de Coordinación Sectorial y número tres del PP, Alma Ezcurra, ha dado continuidad hoy al debate en torno a la inmigración que su partido rubricó este domingo en la Declaración de Murcia. De todas las propuestas presentadas, la más llamativa ha sido, sin duda, la del visado por puntos que ya aplican países como Canadá y Australia y anuncia también el premier británico, el laborista Keir Starmer.

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Ezcurra, inspiradora y autora intelectual de esta propuesta, ha bajado algo al detalle de cómo se implementará dicho visado, aunque ha admitido que "las cosas no están perfectamente definidas" y el modelo "está por construir". Idioma, costumbres, capacidad de integración, formación, experiencia, edad, capacidad de ocupar las vacantes y vínculos previos con le país serán algunos de esos criterios.

La "cohesión no es uniformidad"

Pero si bien ha puesto el acento en nuestra relación histórica con Hispanoamérica asegura que la "cohesión no es uniformidad" y España "también se enriquece con la diversidad". Por eso, en el baremo final de todas esas variables "un marroquí puede cubrir un puesto de trabajo cubrir igual que un guineano o chino" sin que necesariamente tenga que ser un hispanoamericano.

Quizá uno de los aspectos más escurridizos sea el modo de evaluar la capacidad de integración, que resume Ezcurra en "valores comunes, Constitución, igualdad, defensa de la vida y convivencia". La dirigente popular defiende que la posición de su partido en este asunto es "liberal y europeísta" en la que se aborda el fenómeno migratorio desde el punto de vista de la dignidad personal, la responsabilidad individual y la igualdad ante la ley.

Y consciente de que la izquierda dirá "que somos ultras" y la ultraderecha "que somos blandos" ha vuelto a intentar marcar distancias tanto como en Gobierno como con Vox, entre el "buenismo" de los primeros y la "criminalización" de los segundos. Detecta Ezcurra que el partido de Santiago Abascal "está nervioso". "Si fuera Vox también estaría preocupado", ha dicho para retarles a que combatan "con ideas y con propuestas" el modelo del PP. Incluso ha acusado a Abascal de darse por aludido cuando Alberto Núñez Feijóo, en su discurso del domingo, dij que no se puede echar a los inmigrantes al mar. "Si se dan por aludidos, por algo será", ha ironizado.

Y como colofón ha apostado por "echarle ganas. La gente debe saber que el PP no tiene miedo ni al futuro ni a plantear soluciones".

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