Las principales asociaciones de la Guardia Civil han estallado contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, tras la condecoración al jefe de los servicios secretos de Marruecos, Abdellatif Hammouchi, con la Gran Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil. El galardón, entregado este martes en Madrid, ha creado enorme malestar entre quienes luchan a diario contra el narcotráfico o la inmigración irregular y se quejan de la falta de cooperación de las autoridades marroquíes.

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Hammouchi, director general de Seguridad Nacional y de la Dirección General de Vigilancia del Territorio marroquí (DGST), es una figura controvertida. Ha sido señalado por organismos internacionales y ONG de derechos humanos por prácticas de tortura y represión. Además, su nombre está vinculado al caso Pegasus, el software espía con el que fueron intervenidos los teléfonos del propio Marlaska, del presidente Pedro Sánchez y de la ministra de Defensa, Margarita Robles.

La decisión del titular de Interior ha provocado un terremoto interno. Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la más numerosa y de corte progresista, califican el gesto de “incomprensible e injustificable”. “Lamentamos profundamente que el ministro Marlaska haya concedido una medalla al director de los servicios secretos de Marruecos. Este gesto resulta incomprensible hacia los miles de guardias civiles que cada día se dejan la piel en el Estrecho, en Ceuta, Melilla y en todo el territorio nacional, combatiendo el narcotráfico, el terrorismo y la inmigración irregular”, señalan fuentes de la organización en declaraciones a El Independiente.

La AUGC recuerda que Marruecos “no siempre coopera de forma transparente ni leal” con España en materia de seguridad y fronteras. “Reconocer a un dirigente señalado internacionalmente por violaciones de derechos humanos y prácticas de espionaje supone un desprecio a la dignidad de los profesionales españoles que velan por la seguridad de nuestras fronteras”, apostillan.

La asociación exige explicaciones claras al Ministerio del Interior. "AUGC exige al Ministerio del Interior explicaciones claras sobre los motivos de esta condecoración y recuerda que el respeto y el reconocimiento deben empezar por casa, hacia quienes garantizan la seguridad de todos los ciudadanos: los guardias civiles", agregan.

En realidad, fuentes marroquíes consultadas por este diario subrayan que el reconocimiento estaba pendiente de entregar desde 2019, cuando apareció en el BOE. "En atención a los méritos y circunstancias que concurren en el Director General de la Dirección General de Seguridad del Territorio de Marruecos y Director General de la Policía Nacional de Marruecos, señor Abdellatif Hammouchi, a propuesta del Ministro del Interior, y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 20 de septiembre de 2019, vengo en concederle la Gran Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil. Dado en Madrid, el 20 de septiembre de 2019", señala escuetamente una notificación que lleva la firma del propio Marlaska. Se desconoce la razón por la que se ha entregado seis años después, días después de la conmemoración de la Marcha Verde, la ocupación ilegal en 1975 del Sáhara Español por parte de la dictadura marroquí.

“Un bochorno” para JUCIL

La indignación también ha llegado desde la Asociación Profesional de la Guardia Civil (JUCIL), de corte más conservador y con fuerte presencia entre mandos intermedios. "Qué bochorno, después de como se encuentra España con la inmigración ilegal y el narcotráfico, vemos como la Gran Cruz de la Ordel del Mérito de la Guardia Civil se lleva un actor político marroquí. Cuando nuestros compañeros en Valencia y Barbate siguen esperando las suyas", ha denunciado su secretario general Ernesto Vilariño.

En otro mensaje, JUCIL criticó que el Gobierno “entregue condecoraciones a quienes representan el fracaso en el control de la inmigración ilegal y el narcotráfico”. “No solo les dan millones, también les felicitan. ¡Vergonzoso y escandaloso!”, concluye el mensaje.

El Ministerio del Interior no ha ofrecido explicaciones sobre los motivos del reconocimiento. La entrega llega en un contexto delicado: las relaciones entre ambos países han mejorado tras años de fricciones, pero siguen marcadas por la desconfianza y los intereses cruzados en materia migratoria y de seguridad, además de la falta de normalidad en las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla.

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