Fue uno de los 14 acuerdos firmados durante la Reunión de Alto Nivel que España y Marruecos celebraron a principios de diciembre. En virtud del nuevo pacto con Rabat, la ministra de Educación Pilar Alegría permitirá que Marruecos refuerce el control sobre la asignatura de lengua árabe y “civilización marroquí” que se imparte en la red de colegios públicos españoles al otro lado del Estrecho, formado por once centros, entre ellos, el que España mantiene en El Aaiún, la capital del Sáhara Occidental bajo ocupación militar del régimen alauí.
España, la potencia administradora de 'iure' del territorio saharaui, tolera así que el país ocupante imponga su relato incluso en las aulas del colegio La Paz, la institución educativa gestionada por el ministerio de Educación español y uno de los últimos vestigios de la presencia de España en la que fue la provincia número 53, abandonada a su suerte en 1975. Al cierre de esta edición, el ministerio que dirige Alegría no había proporcionado la información solicitada por El Independiente, entre ella, el currículo detallado de la asignatura.

El programa 'hermano' en la península
Se da la circunstancia de que el programa es similar al Plan de Enseñanza de Lengua Árabe y Cultura Marroquí que se imparte desde hace más de una década en centros públicos de la península. Hace meses la polémica que desató la publicación del currículo de algunos de los colegios e institutos -en los que se celebra como una fiesta La Marcha Verde que sirvió para ocupar ilegalmente el Sáhara- llevaron a la Comunidad de Madrid y la Región de Murcia a abandonar la iniciativa.
A imagen y semejanza del programa dedicado a centros públicos radicados en España, el profesorado son funcionarios marroquíes seleccionados por Rabat. “El personal docente que imparte lengua árabe y civilización marroquí en los centros docentes españoles dependientes del Estado español presentes en el Reino de Marruecos estará compuesto por personal funcionario del Ministerio de Educación Nacional, Preescolar y Deportes que cumplirá con el perfil y la cualificación requerida para ejercer la docencia en Marruecos”, establece el acuerdo suscrito por Alegría, que dejará el ministerio en los próximos días para presentarse como candidata del PSOE a las elecciones autonómicas de Aragón del próximo 8 de febrero.
Según el documento publicado en el BOE, “el personal docente será seleccionado, designado y adscrito a los centros docentes españoles dependientes del Estado español presentes en el Reino de Marruecos por la Administración educativa marroquí de acuerdo con los textos legales y reglamentarios marroquíes en vigor”. Rabat también correrá con sus salarios. “Este personal docente deberá tener un nivel aceptable de la lengua española y, en la medida de lo posible, deberá tener conocimiento de la cultura española y del sistema educativo español”, añade el acuerdo.
La asignatura se imparte en los 11 centros públicos españoles, donde durante este curso académico se hallan matriculados 5.002 alumnos. La plantilla de profesores está integrada por 397 personas. Además del de El Aaiún -ubicado en un territorio no autónomo pendiente de descolonización, según la ONU-, la administración española tiene una decena de centros en suelo marroquí, repartidos por las ciudades de Tánger, Tetuán, Alhucemas, Nador, Casablanca, Rabat y Larache.
En manos de Rabat
Según el documento que fija sus funciones, los profesores marroquíes elegidos y contratados por Rabat “no realizarán ninguna actuación ni actividad contraria al espíritu del presente acuerdo, contribuyendo con su comportamiento individual y colectivo al refuerzo de las relaciones de amistad y buena vecindad que unen a las Partes”. Precisa, no obstante, que “la Parte marroquí mantiene la plena facultad y la exclusividad sobre la aplicación de su normativa disciplinaria respecto del personal docente puesto a disposición de los centros docentes españoles dependientes del Estado español presentes en el Reino de Marruecos”.
Los docentes permanecerán sujetos a la legislación de Marruecos. Las horas de clase de esta materia cuyo diseño y desarrollo queda en manos de Marruecos se elevan a 25 semanales para la enseñanza primaria y preescolar, y entre 18 y 21 horas para la secundaria.
El acuerdo tiene una vigencia de tres años prorrogables por otro período idéntico. Su firma se produce meses después de la controversia suscitada por un programa similar en territorio español que se impartía hasta este año en 12 comunidades autónomas. Es fruto de un convenio firmado en 1985. La asignatura está dirigida a alumnos marroquíes y españoles de primaria y secundaria, tiene carácter voluntario, no es evaluable a efectos académicos y los profesores son funcionarios marroquíes que paga el Gobierno de Marruecos.
A raíz de la polémica, que llevó a Vox a presentar una proposición no de ley (PNL) exigiendo su eliminación, el PP se mostró partidario de solicitar que los profesores que impartan las clases correspondientes a este programa dependan de la administración competente de la Consejería de Educación y no de Marruecos.
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