Miles de flashes, micrófonos, cámaras de vídeo, cientos de policías y cordones humanos. Expectación máxima. Horas y horas en la televisión. Emisiones en directo que no acaban. Un tren, una cumbre y una manifestación. Una niña de 16 años con capucha en el objetivo de todas las miradas. Una adolescente perseguida durante un día entero en su periplo por Madrid, adonde llegó para seguir amplificando su mensaje: "La gente muere y sufre por esta emergencia climática y no podemos esperar más".

PUBLICIDAD

Greta Thunberg, la sueca que inició esta revolución por el clima, se convirtió en la gran protagonista del viernes en España, que la recibió como una auténtica rockstar. No podía dar un paso sin que nadie la fotografiase. Ni un respiro en todo el día. Tanto, que tuvo que abandonar la Marcha por el Clima ante la avalancha de gente que pretendía acercarse a ella. Todos querían verla, animarla, captar esa mirada cansada. "¡Greta, Greta!", gritaban los fotógrafos en La Casa Encendida antes de la rueda de prensa. "¡Greta, please, here!"

PUBLICIDAD

1/12

En Lisboa tras cruzar el Atlántico en Catamarán

Greta Thunberg llegó a Lisboa el martes a bordo de un catamarán después de 21 días de travesía por el Océano Atlántico. Pasó tres días en la capital portuguesa hasta que el jueves por la noche se subió a este tren.
EFE

2/12

Diez horas en el tren-cama

La sueca de 16 años durmió en el tren, que completó el trayecto Lisboa-Madrid en diez horas. A bordo del Lusitania viajaban 30 periodistas, según los cuales Greta no salió de su compartimento en todo el viaje.
EFE

3/12

Escoltada en Chamartín

Thunberg llegó a la estación de Chamartín a las 8:30 de la mañana. Encapuchada y con su famoso cartel bajo el brazo, tardó 20 minutos en abandonar el tren. En el andén la esperaban numerosos periodistas y policías.
EFE

4/12

En coche eléctrico a la Cumbre

En la estación de Chamartín un coche eléctrico esperaba a la joven sueca, que apareció después por sorpresa en la Cumbre del Clima, en Ifema, con un gran dispositivo de seguridad a su alrededor.
Francis Tsang

5/12

Cánticos contra el cambio climático

En la Cumbre COP25 se  reunió con otros jóvenes activistas y organizaron una sentada de protesta contra la inacción de los gobiernos. Cantaron  consignas como "Fight for Climate Justice"
EFE

6/12

Rodeada por seguridad en todo momento

Cualquier podía saber dónde estaba Greta en todo momento. La respuesta: donde hubiera  más gente, más barullo. La sueca estuvo rodeada por  miembros de seguridad en todo momento.
EFE

7/12

Máxima expectación

Los fotógrafos y los cámaras persiguieron a Greta desde que se bajó del tren hasta que terminó la manifestación de la tarde en el escenario de Nuevos Ministerios.
EFE

8/12

Rueda de prensa en La Casa Encendida

Después de participar en la Cumbre del Clima en Ifema, Greta se dirigió al centro de Madrid para ofrecer una rueda de prensa en La Casa Encendida, en el barrio de Lavapiés.
EFE

9/12

Todos quieren acercarse a Greta

Por momentos, todo lo que rodeaba a la adolescente ofrecía una sensación de agobio permanente. Gente acercándose, fotógrafos peleándose por el mejor disparo y la policía abriéndose paso entre la multitud.
EFE

10/12

Amplificando su mensaje

Greta Thunberg fue el centro de la atención mediática en España, lo que le sirvió para amplificar su mensaje de alarma. "Algunas personas quieren mantener el statu quo actual. Los jóvenes queremos cambiar las cosas y por eso quieren  silenciarnos

EFE

11/12

Abandonando la manifestación

A la salida de La Casa Encendida, intentó llegar a pie a la cabecera de la manifestación. Sin embargo, había tanta gente en la calle que llegó un momento en el que no podía avanzar más. "La policía dice que no podemos continuar así", señaló antes de montarse en un coche eléctrico para dirigirse a Nuevos Ministerios.

EP

12/12

Skolstrejk för Klimatet

El día interminable de Greta ha concluido en el escenario de Nuevos Ministerios, al que se ha subido con la famosa pancarta con la que se plantó en la puerta del Parlamento de Estocolmo dando inicio a esta  revolución.
EFE