Cuando hay castigo casi siempre hay una reacción para volver al buen camino. Algo similar es lo que le ha pasado a España con la multa de 12 millones que le ha impuesto el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por incumplir la normativa europea sobre el tratamiento de aguas residuales. Mucho se está hablando de ello y los nueve municipios ya están manos a la obra para solucionarlo. Sin embargo, el tratamiento de aguas residuales para evitar la contaminación del medio ambiente y las sanciones administrativas empiezan a no ser suficiente para el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 6 y 11. En una economía circular, hacía donde está caminando la sociedad en estos momentos, y gracias a las nuevas tecnologías se pueden buscas soluciones para tratar las ‘aguas residuales’ como el resto de compuestos presentes considerándolas “recursos” por lo que se pueden recuperar y aprovechar.

Cabe decir que el tratamiento de aguas residuales es un procedimiento complejo y con un alto coste y hasta hace poco se centraba en parámetros como la remoción de materia orgánica, sólidos suspendidos y patógenos. Pero actualmente se busca ir un paso más allá. Ejemplo de ello es el trabajo que está realizando AINIA Centro Tecnológico con la introducción de la circularidad en la gestión del agua. El proyecto europeo LIFE STO3RE es una nueva forma de tratamiento en las EDAR (Estación depuradora de aguas residuales) que persigue impulsar un modelo de economía circular en la gestión de fangos y purines de granja convirtiendo estos residuos en recursos. Ésta iniciativa, que se puso en marcha en septiembre de 2015, ya se está validando en escala piloto en la EDAR de Totana (Murcia).

En la industria se están desarrollando soluciones que permiten ahorrar agua y generar menos aguas residuales.

“Mediante la combinación de diferentes tecnologías que integran procesos físicos, químicos y biológicos, se persigue eliminar de forma eficaz los patógenos y microcontaminantes orgánicos presentes en lodos y purines y, al mismo tiempo, obtener biogás agroindustrial reutilizable como fuente de energía, así como nitrógeno, potasio y fósforo para su uso en las explotaciones agrarias de la zona”, explica Andrés Pascual, jefe del Departamento de Medio ambiente, Bioenergía e Higiene de AINIA Centro Tecnológico,  respecto a las depuradoras urbanas de ámbito rural.

Otro proyecto puesto en marcha por el mismo centro tecnológico valenciano es el de LIFE LO2X que busca la viabilidad de un novedoso proceso de alta presión y temperatura que consigue la recuperación de nutrientes como el nitrógeno y el fósforo en lodos de depuradora de baja calidad no aptos para agricultura o usos convencionales. Además, desde AINIA se está desarrollando en la industria, tal y como señala Pascual, “soluciones que permiten ahorrar agua y generar menos aguas residuales a través de proyectos como ECODHYBAT, ECO3CIP o ECO3WASH, reciclar corrientes internas, o reutilizar aguas depuradas y regeneradas”. Esto supone un impacto medioambiental en cuanto al consumo de agua, energía y productos químicos, así como generación de aguas residuales. Este impacto es especialmente importante en sectores como el alimentario, el cual requiere de unos elevados parámetros de higiene reduciendo entre un 40 y 50% el uso de agua en las instalaciones industriales.

La investigación y la innovación son el punto clave para poder llegar a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible así como las diferentes normativas europeas. El tirón de orejas a España por los nueve municipios que todavía incumplen la normativa, en 2011 eran 37 y en 2016 17 las ciudades que no estaban al corriente de las obligaciones, supone un desembolso inicial de 12 millones, la multa impuesta, más los 11 millones de euros por cada semestre que persista el incumplimiento a partir del pasado 25 de julio. Por ello, apostar por el I+D+i en cuestión de aguas residuales y poner en marcha diferentes planes supondrá un ahorro tanto en agua como en la parte económica por lo que además de cuidar el medioambiente también se cuidará el bolsillo de los españoles.