Deutsche Bank sigue engordando su lista de problemas. El maltrecho banco alemán ha iniciado una nueva semana asediado por la polémica y las tensiones. La desconfianza sobrevuela ahora su resultado en los test de estrés a la banca europea que se publicaron el pasado 29 de julio. El banco superó aquella prueba con holgura, al alcanzar un nivel de capital de máxima calidad del 7,8% en el escenario adverso, por encima de lo previsto por la mayor parte de los expertos.

Pero esa nota pudo haberse visto engordada por una excepción contable que el BCE habría hecho con la entidad alemana. Al menos eso es lo que denuncia el Financial Times. Según el diario británico, en la valoración de los niveles de capital de Deutsche Bank, el regulador bancario habría incluido 4.000 millones de dólares (cerca de 3.600 millones de euros) provenientes de la venta de su participación en el prestamista chino Hua Xia.

El BCE habría permitido al banco contabilizar en su capital el importe de una venta aún no ejecutada

Esta venta, sin embargo, no debía ser tenida en cuenta en función de las normas establecidas por el regulador, que disponían que sólo se valorarían operaciones ya ejecutadas a cierre del pasado año. La desinversión en Hua Xia, aunque acordada, no se había producido aún y, de hecho, en las últimas semanas parecen haber surgido complicaciones que han provocado un retraso en la venta. No obstante, el banco alemán confía en que la operación llegue a buen término.

En el caso de otros bancos, como el español CaixaBank. que tenían pendiente el cierre de transacciones, éstas no fueron tenidas en cuenta en los resultados del test. Desde la EBA (la Autoridad Bancaria Europea), han asegurado al Financial Times, que la regulación trata por igual a todos los bancos, pero que en las pruebas de resistencia se aprobaron más de 20 medidas excepcionales para evitar "anomalías evidentes" en los resultados.

En cualquier caso, las dudas en torno a la validez de los resultados de Deutsche en los test de estrés pueden agigantar la desconfianza que los inversores ya han dejado patente en torno a la entidad, que ha perdido prácticamente la mitad de su valor bursátil en 2016.

Problemas judiciales

Unas caídas que se extendían en el inicio de esta semana, tras publicarse también que las negociaciones entre los gestores del banco alemán y la Justicia norteamericana para resolver los cargos que pesan contra Deutsche por su papel en el estallido de la crisis subprime no han llegado a buen puerto.

La preocupación por la situación de Deutsche se agudizó el pasado septiembre cuando se conoció que la Justicia de EEUU podría imponer una multa de hasta 14.000 millones de dólares (12.500 millones de euros) a la entidad teutona. El temor a que una sanción de este calibre obligue a una ampliación de capital o incluso a un rescate del banco ha exacerbado los temores en torno a la posible caída del banco, que por momentos se ha llegado a equiparar a Lehman Brothers.

En las últimas semanas, no obstante, había cobrado fuerza la posibilidad de que se alcanzara un acuerdo para reducir el importe de la multa a alrededor de un tercio. Desde el banco alemán aseguran que, a pesar de que aún no se ha llegado a un entendimiento con las autoridades judiciales estadounidenses, las negociaciones siguen abiertas.