Repsol cerró hace ahora dos años la compra de la canadiense Talisman. Con la operación nacía una nueva Repsol, una que recuperaba de un plumazo el tamaño que había perdido con la expropiación de su filial argentina YPF y lo hacía con una cartera de activos más diversificada.

Tras un par de años apretándose el cinturón –con reducción de costes, recortando el dividendo, elevando las desinversiones…- por el desplome del precio del petróleo, la compañía ahora acelera sus objetivos gracias a los cada vez mejores resultados del plan de eficiencia y las mayores sinergias generadas por la unión con Talismán.

El objetivo que Repsol se había marcado para el año pasado –cuando obtuvo los mejores resultados de los últimos cuatro ejercicios- era recortar en 1.100 millones la base de costes que tenía cuando compró Talismán, en 2015. Pero consiguió hacerlo en 1.600 millones. Y según su hoja de ruta el ahorro debería ser de 2.100 millones en 2018, pero ahora ya prevé conseguirlo este mismo año.

Así que, como Repsol está consiguiendo quemar etapas más rápido de lo previsto, el consejero delegado de la petrolera, Josu Jon Imaz, ha anunciado hoy en la junta de accionistas que el próximo año presentarán una actualización de su plan estratégico que contendrá objetivos más ambiciosos.

Repsol logró el año pasado con su operativa y con su estructura de costes generar caja positiva incluso si el precio medio anual del barril de petróleo hubiese sido de 42 dólares, cuando sólo un año antes la barrera estaba en los 48 dólares. La compañía, según ha desvelado Imaz, pretende ser rentable este año con el petróleo incluso a 40 dólares por barril (y eso que el consenso de analistas estima que el precio medio de este año estará en el entorno de los 56 dólares).

Gas Natural, activo estratégico pero…

La compañía ha subrayado que esta generación de caja positiva se calcula sólo con la operativa normal del grupo, sin tener en cuenta los ingresos extraordinarios que se deriven de su programa de desinversiones. La compañía ingresó el año pasado con la venta de activos 5.100 millones de euros (incluidos los 1.900 millones obtenidos con la venta de un 10% en Gas Natural Fenosa).

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, volvió a calificar de “estratégica” la participación del 20% que el grupo aún mantiene en Gas Natural, pero matizó que se trata de “un activo más” de la compañía y está sujeto a los mismos requisitos que cualquier otro: ser más rentable que otras opciones.

“Gas Natural siempre ha sido un activo estratégico que nos da todo tipo de opciones. Lo hemos demostrado vendiendo un 10%. Pero lo consideramos un activo más y, por tanto, está sometido a cualquier decisión. Si vemos más valor en otro sitio….”, indicó Brufau a preguntas de sus accionistas. “Nuestra única fidelidad es con nuestra acción”.