Un informe del think-tank Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada) desvelado este jueves 1 de junio ha presentado un balance de ingresos y costes de varios tipos de transporte en España: por carretera, por ferrocarril y marítimo.

Se trata de un estudio que toma todo el año 2013 como referencia ("el peor de la crisis" en palabras del profesor José Manuel Vasallo, que ha presentado el acto) y que analiza tanto si cada una de estas modalidades cubre lo que cuesta la infraestructura como si sale rentable el uso del coche atendiendo a otros costes externos, como los medioambientales o los accidentes. En el primer caso, solo el coche y el avión son rentables; en el segundo (que interpreta el riesgo y la contaminación, entre otros), ningún transporte lo es.

Esas son las principales conclusiones del informe Las cuentas del transporte en España las han elaborado el mencionado Vasallo, Armando Ortuño y Ofelia Betancor, todos ellos docentes universitarios. De acuerdo con los resultados, la tasa de cobertura de costes de infraestructura de la carretera es del 142% (a partir del 100% es rentable) mientras que la del sector aéreo asciende al 110% y la del transporte marítimo al 84%.

El ferrocarril queda destacado en cuarto lugar con una tasa negativa del -2,70%. "Para nada estamos diciendo que haya que cerrar líneas de tren", ha asegurado Vasallo. El estudio de hecho incide en la penosa situación de la red convencional, con una tasa de cobertura negativa del -34% frente al AVE, cuya tasa es al menos positiva (48%). "Tan solo sugerimos que se podrían revisar algunos trayectos para hacerlos más rentables sin dejar de prestar ese servicio".

Vasallo ha puesto el ejemplo de un pueblo aislado al que llegue el tren. "A lo mejor se podría dar ese servicio en, pongamos por caso, una furgoneta. Puede ser más rápido y más flexible para sus usuarios". Pero ha matizado que la intención del estudio no es dar directrices sobre la política de inversión. El cálculo de la tasa de cobertura se hace restando las subvenciones de los ingresos que genera cada transporte, divididas por el coste de la infraestructura.

El tren sale igual de mal parado en el segundo informe, el que cruza la tasa de cobertura, muy marcada por factores medioambientales. Aquí se muestran dos escenarios (muy y muy poco contaminante) en los que la rentabilidad del coche cae debajo del 100% en ambos casos: 75% en el más contaminante y 49% el que menos. "Hemos cogido dos escenarios por las discrepancias en torno al efecto del cambio climático", ha subrayado Vasallo.