Las monedas virtuales siguen ganando terreno. El fenómeno de las también llamadas criptodivisas sigue extendiéndose y ya mueve de forma conjunta más de 100.000 millones de dólares (88.735 millones de de euros). Estas cifras suponen una capitalización superior a la de grandes empresas como Santander o Bayer.

Este hito es atribuible en gran medida al tirón del Bitcoin. Esta moneda virtual, que concentra casi la mitad del valor de este mercado, sigue pulverizando récords y este martes sumaba más de un 6% y se aproximaba a los 3.000 dólares. El Bitcoin acumula una revalorización próxima al 200% desde el inicio de 2017, lo que ha alimentado las advertencias de que podría tratarse de una burbuja financiera.

El Bitcoin se acerca a los 3.000 dólares tras triplicar su precio en 2017

Sin embargo, los expertos sugieren que el auge del Bitcoin, como del resto de criptodivisas, es reflejo de los profundos cambios que se están fraguando en el sector financiero a través de tecnologías como Blockchain.

Las incertidumbres de tipo político y económico que envuelven a los mercados financieros -que también están impulsando el apetito por activos refugio como el oro- y los crecientes recelos hacia las actuaciones de los distintos bancos centrales, manipulando el precio del dinero, son otras de las cuestiones que parecen estar impulsando a un creciente número de inversores y ahorradores a adentrarse en el universo de las monedas virtuales.

Además de Bitcoin, en los últimos años han ido abriendo paso otras criptodivisas, entre las que Ethereum y Ripple se destacan como las de mayor calado, con un mercado de más de 22.000 y 11.000 millones de dólares, respectivamente.

En cualquier caso, Bitcoin sigue siendo claro dominador en este mercado, favorecido por el amplio prestigio que se ha granjeado en siete años transcurridos desde que protagonizó su primera transacción. Esta moneda virtual ganó gran popularidad a partir del corralito que se decretó en Chipre en el verano de 2013 y que llevó a muchos inversores a emplearla para sortear los controles de capitales.

Desde entonces, Bitcoin ha mostrado una evolución muy volátil viéndose afectado de forma brusca, tanto para bien como para mal, por distintas decisiones de las autoridades a nivel global. No obstante, en los últimos meses, la moneda se ha mostrado resistente incluso a reveses como la decisión de los reguladores estadounidenses de prohibir la cotización de un ETF (un fondo cotizado) referenciado a su evolución. Tras un castigo inicial, la moneda no tardó en retomar la tendencia ascendente que ahora le sitúa a las puertas de los 3.000 dólares.