Iberdrola ha convertido Estados Unidos en uno de sus grandes polos de crecimiento. Y para ello el grupo energético, a través de su filial norteamericana Avangrid, ha diseñado un macroplán de inversión de 9.000 millones de dólares (unos 8.075 millones de euros) hasta 2020.

Los planes de Iberdrola pasan por concentrar el 63% de todas las inversiones en expandir y mejorar sus redes y el 37% restante en crecer en renovables. Todo para reforzar “el posicionamiento único de Avangrid para redefinirse como la utility del futuro”, según ha subrayado el presidente de la compañía y de la matriz Iberdrola, Ignacio Sánchez-Galán, en la junta de accionistas de la firma norteamericana.

El plan estratégico de Avangrid 2016-2020 contempla un incremento medio anual del beneficio por acción de entre el 8 y el 10%. Unos resultados que permitiría mejorar los dividendos en los próximos ejercicios. La compañía se ha marcado como suelo de la retribución al accionista los 1,728 dólares por acción, pero como su intención es mantener un pay out (porcentaje del beneficio destinado a dividendo) del 70%, los socios podrían acabar cobrando 2,14 dólares por título en 2020.

Los planes de para Avangrid están en línea con la actualización de la hoja de ruta de Iberdrola para los próximos años, con la que el pasado febrero elevó sus objetivos de beneficios, de dividendos y también de inversiones para seguir creciendo en los próximos cuatro años.

Iberdrola preveía elevar su beneficio neto en los próximos ejercicios una media del 6% anual, pero las nuevas estimaciones de la compañía elevaron ese objetivo hasta un alza del 7,5% del beneficio cada año. Una nueva guía que llevaría a la compañía a plantarse en 2020 con un beneficio neto de cerca de 3.500 millones de euros, un 30% más que el pasado año.

Iberdrola pretende compartir las mayores ganancias con sus accionistas. El grupo mantendrá su política retributiva con un pay out de entre el 65 y el 75% (esto es, repartirá entre sus accionistas entre un 65 y un 75% del beneficio anual). Y a mayor beneficio previsto, mayor dividendo. El grupo prevé llegar a 2020 con una retribución al accionista de entre 0,37 y 0,40 euros por acción, con lo que podría dispararse también hasta un 30%.

Iberdrola también revisó al alza sus previsiones para el periodo 2016-2020, incrementando sus inversiones hasta los 25.000 millones de euros, 1.000 millones de euros más de las previstas inicialmente en su plan estratégico. En ese importe se recogen los más de 8.000 millones que Avangrid ejecutará en Estados Unidos.