Ryanair es la mayor aerolínea del mercado español. Y también es la compañía de bajo coste que más turistas internacionales trae a España cada año. Pero el gigante low cost no se da por aludida ante las protestas que se han avivado este verano en algunos destinos del país por los problemas derivados de un turismo masivo. Y desde luego se ve responsable de ellos.

“La culpa no es de Ryanair ni de Airbnb”, sostiene el consejero delegado de Ryanair, Michael O’Leary, que avisa de la excesiva dependencia de España de los clientes de sol y playa, lo que hace que haya una concentración de viajeros en determinados destinos y en los meses de verano. “El reto de España es promover [que los turistas vayan a] otros destinos interesantes, especialmente en el interior” del país.

Pintada contra el turismo en el Parque Güell de Barcelona.

Pintada contra el turismo en el Parque Güell de Barcelona. Efe

En cualquier caso, el máximo ejecutivo de la compañía aérea tiene claro que entre que haya un exceso de visitantes y que no viaje nadie, se queda con lo primero. “Si alguien cree que tener muchos turistas es un gran problema que pruebe a no tener ninguno. Es un problema mayor no tener turistas”, ha sentenciado este jueves en un encuentro con periodistas en Madrid.

La receta contra el turismo masivo: impuestos

El jefe de Ryanair entiende que las administraciones tienen herramientas para poder contener la excesiva concentración de turistas y de alojamientos turísticos en el centro de determinadas ciudades. Y un instrumento clave sería, según O’Leary, los impuestos.

Y es que el consejero delegado de la compañía de bajo coste cree que las ciudades podrían “trasladar a los turistas a otras zonas” si se decidieran a “subir los impuestos a los hoteles del centro y bajarlos a los de las afueras”. “Si no quieres que los turistas estén todos en el mismo sitio, haz que la gente se mueva a otro lugar”.

El CEO de Ryanair desveló que la aerolínea ha recortado el precio de los vuelos a Barcelona para no perder pasajeros tras los atentados de la pasada semana en Cataluña. El gigante low cost ha recortado sus tarifas entre un 5 y un 7% en los últimos días, como ya hizo en respuesta a otros ataques terroristas en los últimos años en otros destinos europeos.