El Gobierno británico ha puesto en marcha un enorme operativo para llevar de vuelta al Reino Unido a los 110.000 pasajeros que se han quedado tirados en el extranjero por el cese de operaciones de Monarch Airlines.

Los dueños de la quinta mayor aerolínea británica –un grupo de fondos de capital riesgo con Greybull Capital a la cabeza- no han sido capaces de alcanzar un acuerdo con otras compañías aéreas para evitar la quiebra ni con a Autoridad de Aviación Civil (CAA) para mantener su licencia.

El grupo, fundado en 1968, estaba especializado en vuelos chárter a destinos vacacionales y tenía una potente actividad en el mercado español. España, de hecho, era el principal mercado de Monarch. Según ha desvelado la propia compañía, es en la Costa del Sol y en Canarias donde se encuentra la mayoría de los pasajeros afectados, aunque sin precisar la cifra de viajeros que habrá de repatriar desde aquí.

“Se trata de la mayor repatriación en tiempos de paz”, ha sentenciado el ministro de Transportes británico, Chris Graylin. Las autoridades británicas se disponen a fletar una treintena de aviones para conseguir que regresen los 110.000 viajeros que se han quedado varados en otros países, en una operación que tendrá un coste aproximado de 60 millones de libras (unos 68 millones de euros). Las alrededor de 750.000 reservas con que contaba Monarch para los próximos meses han quedado canceladas.

Monarch venía arrastrando desde hace tiempo problemas financieros, ahogada por los números rojos que había provocado continua de los ingresos. La aerolínea de vuelos chárter achaca la caída del negocio singularmente al parón de visitas que sufrieron países mediterráneos como Túnez, Egipto o Turquía por la inestabilidad política y la inseguridad.