Los enredos de la crisis catalana no pasan factura al mercado. El Ibex ha alcanzado este jueves sus niveles más elevados en un mes, al filo de los 10.350 puntos, borrando todas las pérdidas acumuladas desde el referéndum independentista del pasado 1 de octubre.

En una sesión que se abrió bajo el optimismo generado por los rumores de que el Gobierno de la Generalitat iba a convocar elecciones sin declarar la independencia unilateral, el índice español se situó desde el inicio al frente de las alzas en Europa, con ganancias que llegaron a rozar el 3% y situaban al índice por encima de los 10.400 puntos.

La posterior desilusión, ante la negativa del presidente del Ejecutivo catalán, Carles Puigdemont, a convocar unos nuevos convocar unos nuevos comicios, restó impulso al índice, pero no evitó que la jornada se saldara con fuertes ganancias, propiciadas, en buena medida por el mensaje del presidente del BCE, Mario Draghi, que fue acogido con buen tono por el conjunto de los inversores españoles.

Al cierre, el Ibex se anotó cerca de un 2%, su mayor alza en tres semanas. Las ganancias del índice estuvieron comandadas por Colonial y Siemens Gamesa, que sumaron más del 4%, mientras que Mapfre, Ferrovial y Santander remontaron más de un 3% tras presentar resultados.

Los bancos de origen catalán, Sabadell y CaixaBank, vieron esfumarse gran parte de las alzas iniciales cuando volvió a enturbiarse el panorama político en la región. No obstante, Sabadell logró firmar un ascenso superior al 3%, mientras que CaixaBank se anotó un 1,71%.

El buen tono de estas compañías compensó la decepción que causaron las cuentas de Telefónica y, sobre todo, las de Dia, que restaron un 0,55% y un 3,91%, respectivamente.

El ambiente positivo en los mercados también se hizo extensible a la deuda, donde el interés del bono español a 10 años recortó más de diez puntos básicos, hasta situarse en el 1,54%, su nivel más bajo desde el pasado 10 de septiembre. La prima de riesgo, que llegó a situarse por debajo de los 110 puntos básicos, repuntó al final -ante el giro de la situación en Cataluña- hasta los 113 puntos, en una jornada en la que las rentabilidades de los bonos europeos se redujeron de forma generalizada.