Puede que sea impostura o los primeros pasos de cara a la futura negociación, pero las operadoras de telecomunicaciones deslizan en privado que a la larga pueden verse obligadas a dejar de emitir partidos de fútbol en sus plataformas de televisión, porque los precios que se están pagando por los derechos de emisión (y los que se pedirán por su reventa) hacen muy difícil rentabilizar esos contenidos. El malestar de las grandes operadoras del sector es evidente porque los costes del fútbol televisado se han disparado en los últimos años.

La productora Mediapro se adjudicó por 1.900 millones de euros el grueso de los derechos de emisión de pago de Primera y Segunda División a través del canal BeIN Sports en el último concurso. Ahora LaLiga última la celebración de una nueva puja para ceder los derechos entre 2019 y 2022.  Y también Mediapro acaba de hacerse con los derechos de la Champions League y la Europa League para tres temporadas (2018/19, 2019/20 y 2020/21) por otros 1.100 millones más.

Está por ver qué compañías presentan sus propias ofertas en el próximo concurso para retransmitir los partidos de la Liga española. Y, en paralelo, Mediapro tiene que negociar con Telefónica, Orange y Vodafone para incorporar las competiciones europeas a su oferta televisiva.

Las telecos, en principio, no parecen dispuestas a volver a provocar la espiral inflacionista que protagonizaron en los últimos años ante el temor de ser el único que se quedaba sin emitir el fútbol mientras sus rivales se hacían con los derechos. Y sus quejas empiezan a ser también en público.

“Los precios de los derechos del fútbol me parecen una locura. Los clientes no quieren pagar ya por esos contenidos”, sentenció ayer el consejero delegado de Orange España, Laurent Pallaissot. “Negociaremos con Mediapro e intentaremos un acuerdo, pero los precios deben ser más razonables. Y ahora mismo las subidas de precios en toda Europa no lo son, no son razonables”, apuntó. “Ahora no estamos negociando. Tenemos todo 2018 para llegar a un acuerdo”.

El máximo ejecutivo de la filial española de Orange subrayó que “en algunos países europeos los clientes sí están dispuestos a pagar por el fútbol, pero en España ya no”. Según algunas estimaciones del sector, en los últimos años el precio que habría que haber cobrado a los abonados se situaría por encima de los 50 euros al mes sólo para cubrir los costes asumidos por los derechos de emisión del fútbol español.

El consejero delegado de Telefónica, Ángel Vilà, aprovechó una conferencia con analistas con motivo de la presentación de las cuentas del tercer trimestre del grupo para quejarse de la “reciente inflación en los derechos del fútbol". Pero no dio pistas de cuál será su estrategia de cara a la futuras pujas o negociaciones con los adjudicatarios: "Como siempre, analizaremos la ecuación de costes y beneficios del contenido de forma racional y decidiremos en consecuencia”.