Para los mercados de deuda, la crisis catalana es asunto del pasado. Así parece reflejarse en la evolución de los bonos españoles que en los últimos días han logrado borrar con creces los repuntes de rentabilidad provocados por la tensión en Cataluña. El interés del bono español a 10 años tocaba este martes niveles inferiores al 1,41%, mínimos desde el pasado 25 de junio.

En sólo un mes, el coste que exigen los inversores para comprar un bono español a 10 años en el mercado secundario se ha reducido en casi 40 puntos básicos -20 de ellos desde que el 27 de octubre se aprobó la aplicación del artículo 155- ayudado por el descenso de la preocupación en el mercado por la situación en Cataluña. De este modo, la prima de riesgo de España se ha reducido de forma ostensible, hasta situarse actualmente en los 108 puntos básicos, frente a los casi 140 puntos que llegó a rozar en los días posteriores al referéndum independentista del 1 de octubre.

Esta mejora es apreciable a lo largo de los diferentes plazos de los bonos españoles. Así, por ejemplo, el bono a tres años marcaba este martes un mínimo en el -0,22%, en los mejores niveles de su historia, y los títulos a cinco años se acercan a niveles próximos al 0,1%.

Esta mejora de la deuda española se produce en un momento de distensión en los mercados sobre la cuestión catalana, ya que la mayor parte de los inversores ha valorado de forma positiva la intervención de la autonomía y la convocatoria de elecciones anticipadas a finales de año. Sin embargo, lo cierto es que entre los expertos se mantiene viva la inquietud por una posible prolongación de las tensiones que podría tener un impacto considerable en la evolución de la economía española.

La prima de riesgo cae por debajo de los 110 puntos básicos, tras llegar a rozar los 140 en octubre

De hecho, no se puede explicar el buen tono reciente de la deuda española sin tener en consideración el papel del Banco Central Europeo (BCE). El último mensaje del presidente de la institución, Mario Draghi, fue entendido como una garantía de que los tipos de interés permanecerán sin cambios hasta, al menos, 2019. Y la debilidad de los últimos datos de inflación en la eurozona parece refrendar esta visión.

Así, la deuda española no es la única que ha experimentado en las últimas jornadas una caída notable de las rentabilidades, sino que ha sido generalizada y especialmente notable en los bonos de los países periféricos de Europa. Así, el interés de los títulos portugueses a 10 años se ha situado este martes por debajo del 2% por primera vez en dos años y medio, tras recortar casi 40 puntos básicos en sólo dos semanas. Y el interés del bono italiano al mismo plazo también ha restado más de 50 puntos en un mes, hasta el 1,7%, su mejor nivel desde que hace un año la crisis de Monte dei Paschi disparó la percepción de riesgo en el país.

Debilidad en el Ibex

El buen tono reciente de la deuda española contrasta con la atonía de la bolsa. Tras registrar sus niveles más elevados desde el pasado agosto, superando los 10.500 puntos, el Ibex ha enlazado cinco sesiones consecutivas de descensos, en las que se ha dejado más de un 2,5% de su valor.

Precisamente, uno de los factores que está penalizando a la bolsa española es uno de los que está ayudando a reducir la prima de riesgo española. Y es que la falta de presiones inflacionistas que obliguen al BCE a elevar los tipos de interés penalizan a la banca, que ansía un repunte del precio del dinero que desahogue sus debilitados márgenes financieros. Así, el sector financiero de la eurozona acumula un recorte superior al 2% en tres sesiones, lo que tiene un impacto más notorio en el Ibex, por el elevado peso que tiene la banca en el índice español.

El Ibex alcanza el décimo aniversario de sus máximos históricos más de un 35% por debajo

Este hecho, unido a algunos decepcionantes resultados corporativos, como los de Grifols o Siemens Gamesa han arrastrado al Ibex de nuevo a niveles inferiores a los 10.250 puntos justo cuando se cumplen diez años del récord histórico de la bolsa española. El 8 de noviembre de 2007 el índice se encontraba a las puertas de los 16.000 puntos; una década después, el índice mira aquellas cotas más de un 35% por debajo.