La Operación Chamartín tenía que haber estado lista en diciembre. Y ni lo está ni se la espera: actualmente está bloqueada por una cuestión técnica de calado. En concreto, los técnicos del Ayuntamiento de Madrid mantienen paralizado Madrid Nuevo Norte (nombre oficial del proyecto, que se puso en marcha hace 25 años) ya que consideran que el ámbito donde irá el futuro barrio financiero no cumple con los requisitos plasmados en el preacuerdo alcanzado en julio entre Fomento, BBVA y el Consistorio madrileño para desarrollar el mayor complejo urbanístico de Europa al norte de la capital.

Según diversas fuentes, aquel principio de acuerdo de julio está en el alero: lo que hay firmado sobre el papel es que en el sector 1 al sur de la M-30, donde se instalará la City madrileña, va un desarrollo de 1,5 millones de metros cuadrados edificables, 1,2 millones de ellos destinados al sector terciario (oficinas, empresas, hoteles) y el resto (300.000 metros cuadrados) para suelo residencial. Ahí irá lo que pomposamente se denomina en inglés Central Business District y en castellano "Centro de Negocios de Chamartín", un distrito para las finanzas con un gran centro de negocios aledaño a la nueva estación de AVE de Chamartín.

Los técnicos no ven el encaje de 1,5 millones de m2 junto a las Cuatro Torres

Pero para que ese millón y medio de metros cuadrados encaje en el área afectada, esto es, el entorno de las Cuatro Torres y la estación actual, se necesitan levantar decenas de bloques de pisos altos, de aproximadamente 40 o más alturas de media. Y eso rompe el skyline de la ciudad ya que se tienen que respetar varias premisas que, en opinión de los funcionarios municipales, no se cumplen: por ejemplo, hay que conseguir un "equilibrio entre usos urbanísticos, volumen de edificabilidades, cargas y viabilidad de los ámbitos"; también se debe aspirar a "una movilidad sostenible en relación a los usos y edificabilidades"; y finalmente se podrá recurrir a "tipologías edificatorias singulares en altura y normas urbanísticas específicas". Todos los entrecomillados vienen en el preacuerdo, en los puntos siete, ocho y nueve.

Distrito Castellana Norte (DCN) ya reclamó "agilidad" con los trámites burocráticos durante la copa de Navidad que ofreció a los medios en diciembre. Pero sobre este punto no hay grandes avances: hace dos semanas, DCN-BBVA y el ayuntamiento gobernado por Ahora Madrid celebraron una reunión técnica. Según testigos, la entidad promotora elaboró y enseñó un "plano de planta" -fotos aéreas donde se ve la ordenación del proyecto: calles, manzanas, etcétera- al consistorio. Pero los técnicos rechazaron la propuesta de Castellana Norte. El bloqueo actual emana fundamentalmente del sector 1.

El nuevo distrito financiero tiene decenas de torres de oficinas que rompen el 'skyline'

Ninguna de las partes accede a hablar. "Todo sigue su cauce, la negociación va por buen camino", se limitan a decir portavoces del área de Desarrollo Urbano Sostenible (DUS, Urbanismo) de Cibeles, cuyo delegado es José Manuel Calvo. En Distrito Castellana Norte se rechaza comentar algo más allá de las palabras que dedicó el consejero delegado, Antonio Béjar, a la prensa en Navidad. Los técnicos siguen reuniéndose.

Más oficinas y menos viviendas

La Operación Chamartín, que empezó a negociarse en la etapa de José María Álvarez del Manzano como alcalde, tendrá casi tres millones de metros cuadrados edificables: hay un recorte del suelo residencial, por lo que las viviendas pasan de 17.000 (del acuerdo entre DCN y Ana Botella en 2015, antes de que ésta dejase la alcaldía madrileña) a 11.000; esa pérdida, sin embargo, se compensa con el aumento de la edificabilidad terciaria. Prevé transformar el norte de la ciudad, al norte y sur de la M-30. La parte sur es la que actualmente vive discrepancias que, de momento, no han sido salvadas.

La Estación de Chamartín será reconstruida y recibirá más trenes AVE

Cuando Ahora Madrid llegó al poder municipal, el equipo de Manuela Carmena redujo el proyecto a una cuarta parte, a apenas 4.000 viviendas. Las relaciones entre ayuntamiento y DCN estallaron: fueron reconducidas hoy hace un año con la mediación del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. Y seis meses después se firmó un principio de acuerdo, en verano pasado. El arreglo abarca otras cuatro zonas, además del barrio financiero: Fuencarral/Malmea, Fuencarral/Tres Olivos, Fuencarral/Las Tablas y la Estación de Chamartín, que será reconstruida entera, recibirá más trenes de alta velocidad y ganará andenes.

Ahora queda aprobar una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), y de ahí obtener el visto bueno la Comunidad. Las diferencias en torno a la futura City madrileña impiden el pacto definitivo que desatasque una operación que dura ya un cuarto de siglo.