El Juzgado número de 5 Barcelona ha ordenado este martes la incautación de los dispositivos móviles de dos empresas chinas que exponían sus productos en el Mobile World Congress, al considerar que eran un plagio de otros smartphones similares.

La mayor feria de tecnología del mundo es un marco perfecto para el pirateo. Muchos stand, muchos fabricantes y móviles que se diferencian en bien poquito. Para el ojo poco ducho en el arte del peritaje, no es raro pensar que son todos iguales.

El problema para estas marcas chinas es que al afinado ojo de la sección de patentes de dicho tribunal no se le escapa una. Tanto Shenzhen Boway Electronics como Shanghai Niuyu Network Technology, vieron como este lunes se personaban dos expertos de la sala catalana para llevarse un buen número de móviles y diseccionarlos al detalle.

Tras la noche de estudio, el Juzgado ha decidido dictar medidas cautelares y ha enviado a agentes de los Mossos d'Esquadra, que han cerrado a cal y canto el stand de ambas y se han llevado "varias decenas" de móviles y otros dispositivos.

Según ha informado el propio Juzgado, la patente violada, ES 2.410.085, pertenece a la firma Fractus SA, un fabricante tecnológico con sede en la localidad catalana de San Cugat del Vallés.

Hasta cuatro investigadas

Estas dos empresas chinas han visto como sus productos acababan en manos de las autoridades catalanas, pero no han sido las únicas investigadas.

Los magistrados del Juzgado número 5 de Barcelona han mandado investigar a otras dos, una de ellas Shenzen Doke Electronic, por el mismo motivo. A esta última, con base en la tecnológica urbe asiática, se le han incautado también sus productos.

"Las medidas cautelares han consistido en la prohibición a las tres compañías participantes en la feria en realizar los actos de ofrecimiento, comercialización o cualquier tipo de explotación de teléfonos móviles y cualquier dispositivo electrónico que infrinja" una patente europea cuya titularidad corresponde a una compañía española, ha explicado el tribunal barcelonés.

Plagio reiterado

No les habrá pillado de sorpresa a los ejecutivos de Shenzhen Boway, pues es la segunda vez que los sucede en otros tantos años. De hecho, ya fue el mismo Juzgado el que decretó el año pasado la incautación de sus productos.

El proceso fue el mismo. El perito se personó en el stand, se llevó unos pocos modelos y, al día siguiente, los agentes de policía procedieron a cerrar su participación en el congreso antes de tiempo.

Un suceso así no es lo más sorprendente teniendo que hay miles de empresas exponiendo sus productos y que, como todo el mundillo tecnológico sabe, los fabricantes chinos gustan de buscar inspiración en el trabajo ajeno. ¿Lo intentarán el año que viene?