Economía

La prima de riesgo ignora la moción de censura y aprovecha la mejora de Italia

El Ibex borra sus ganancias iniciales en medio de los crecientes temores a una guerra comercial y la desconfianza sobre la banca

El Ibex y la prima de riesgo ignoran la moción de censura y aprovechan la mejora de Italia.

Pantallas de cotización en el interior de la Bolsa de Madrid. EFE

En los últimos días son muchas las voces que han alertado del impacto de la inestabilidad política en España, remitiéndose a la debilidad manifestada en los mercados financieros españoles. Este mismo jueves, desde el Gobierno se ha vuelto a acusar al PSOE de alimentar la desconfianza hacia España, plasmada en el alza de la prima de riesgo, a través de su intento de derrocar al Ejecutivo que preside Mariano Rajoy.

Sin embargo, llegado el momento de la verdad para el Gobierno español, iniciada ya una moción de censura que tiene muchos visos de salir triunfante o forzar la dimisión del Gobierno actual, los inversores parecen haber atenuado sus preocupaciones, a tenor de la reacción de esos mismos mercados. La prima de riesgo española mantiene el tono positivo a poco más de una hora para el cierre del mercado. El diferencial se sitúa por debajo de los 120 puntos básicos, muy lejos de los 150 puntos que llegó a rozar el pasado martes.

El buen tono de la deuda confirma la visión predominante entre los analistas de que, aunque la situación española perjudicaba a la confianza inversora, el principal motivo de preocupación sobre los parqués provenía de Italia. Y precisamente Italia parece ofrecer ciertas razones para atemperar el nerviosismo. Las noticias que apuntan a que el Movimiento 5 Estrellas y la Liga buscan un acuerdo de última hora para formar Gobierno y evitar la convocatoria de elecciones inminentes y los mensajes lanzados desde ambos partidos, aclarando que no tienen ninguna intención de forzar un choque con Europa, ni mucho menos salirse del euro, parecen alejar los fantasmas que atemorizaban a los inversores en los últimos días.

Esta situación también contribuía en las primeras horas de la jornada a impulsar al alza al Ibex, que lograba auparse a la cota de los 9.600 puntos. Sin embargo, esta situación se dio la vuelta con el paso de las horas y poco antes del cierre de la sesión el índice español sufría recortes superiores al 1%. Este giro se producía en paralelo al del conjunto de las bolsas europeas.

El mercado transmitía así su preocupación por los nuevos temores a una guerra comercial, después de que Estados Unidos anunciara aranceles sobre la importación de acero y aluminio de la Unión Europea, México y Canadá y éstos amenazaran con replicar con elevar las barreras aduaneras a los productos estadounidenses. La amenaza de una nueva ronda de proteccionismo global pone en tensión a los inversores, que optan por buscar refugio en productos como el oro, el bono norteamericano o el franco suizo.

A esta cuestión se suman las dudas suscitadas por los problemas de Deutsche Bank. Las acciones del banco alemán sufren un descalabro próximo al 8% y se sitúan en mínimos históricos, después de que la Reserva Federal de EEUU (Fed) situara su filial estadounidense en la lista de entidades problemáticas. Las dificultades del mayor banco alemán arrastran al conjunto de la banca europea. El también germano Commezbank cede cerca de un 3%, al igual que los italiano Mediobanca y Ubi Banca. Las entidades españolas no son una excepción: Sabadell recorta más de un 4% y CaixaBank y Bankia algo más de un 2,5%.

"En un contexto de incertidumbre como el actual, en el que las ventas provienen de inversores internacionales, es normal que los bancos vuelvan a ser los más penalizados", explica Juan Carlos Castillo, de Capital Bolsa. Esta tensión se ve agravada por la desconfianza que ha generado entre los inversores el lío político italiano y también el español. "La recuperación que estamos viendo en los últimos días no está apoyada por un cambio real de la situación y es normal que se produzcan vaivenes", comenta Jorge Lage, de CM Capital Markets, que considera que es, ante todo, la cuestión italiana la que contribuye al nerviosismo sobre los parqués.

En el caso español, no obstante, los expertos coinciden en que las incertidumbres actuales pueden actuar de freno sobre las inversiones en el país. "El impacto económico es aún incierto. Pero sí es posible que todo este lío político acabe marcando un punto de inflexión y que a partir de ahora las revisiones que veamos de las previsiones de crecimiento sean a la baja", observa Ángel Talavera, economista principal para la eurozona de Oxford Economics.

Varias firmas de análisis han manifestado en los últimos días su convicción de que unas elecciones anticipadas en España podrían ser positivas, si derivaran en la formación de un Gobierno con mayor fuerza parlamentaria que el actual. Pero, hasta que éstas se produzcan, la falta de claridad es probable que siga propiciando volatilidad en los mercados.

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