Economía

Así es la huelga en Amazon que quiere reventar el Black Friday

Así es la huelga en Amazon que quiere reventar el Black Friday
Manifestación durante una de las huelgas de la plantilla de Amazon. | EFE

El Black Friday es una fecha señalada para Amazon. Supone el inicio de la lucrativa campaña navideña, con una semana en la que los descuentos, las ofertas y el consumo se disparan hasta regalar a la compañía de Seattle una de las mejores fechas del calendario.

Pero este año, y al menos en España, ese día de celebración está en riesgo. El conflicto que mantienen los trabajadores del mayor almacén del gigante estadounidense en España, situado en la localidad madrileña de San Fernando de Henares, con la cúpula de la compañía ha provocado la convocatoria de una huelga que pretende reventar el Black Friday.

Estos son los cuartos paros que convoca la plantilla de la planta de Amazon, pero también los más importantes desde que comenzaran las movilizaciones en la pasada primavera. Las negociaciones entre ambas partes no han conseguido enfriar un conflicto que, según temen desde la compañía, puede contagiarse al resto de Europa.

Los plantes para boicotear este Black Friday ya están bien definidos. Las concentraciones empezarán a las cinco de la madrugada de este jueves, con piquetes informativos en la calle que da acceso al almacén de Amazon. La idea, por supuesto, es intentar que nadie entre a trabajar como ya ocurriera durante los primeros paros del mes de marzo.

Estos piquetes continuarán con su labor a las puertas de la sede de la compañía hasta las 18 horas de la tarde, cuando se trasladarán a la cercana localidad de Torrejón de Ardoz para comenzar una marcha que se iniciará frente a la estación del Cercanías. Desde allí comenzarán a caminar hasta que, media hora después según las previsiones, lleguen a las puertas del almacén para rodearlo.

La organización de Amazon en Lucha, paraguas bajo el que se han aglutinado sindicatos como Comisiones Obreras, ha pedido a todos los que asistan que lleven agua, café y abrigo para soportar las bajas temperaturas de estos días en la capital.

Preocupación en la compañía

En Amazon están muy preocupados con esta convocatoria de huelga, que demuestra una vez más que los trabajadores fijos de la compañía están muy bien organizados y que, además tienen apoyo político. Partidos como Podemos ya han mostrado su apoyo, tanto a través de las redes sociales como en persona, al acudir a visitar a los trabajadores en anteriores ocasiones.

De hecho, la cúpula directiva del gigante de Seattle ha pedido a la Policía Nacional que coloque agentes en el interior de las instalaciones para que velen por el buen funcionamiento de la jornada, tal y como publica El Confidencial, algo a lo que se han negado. Miembros del cuerpo velarán por la seguridad de los manifestantes, pero sólo intervendrán para garantizar la seguridad de todos los asistentes a la concentración.

La idea de la compañía es desplazar el máximo volumen de trabajo posible a otros almacenes en España, por ejemplo en Barcelona o Getafe, para asegurar la entrega de todos los pedidos de la jornada. Además, continúa presionando a los trabajadores temporales para exprimirlos al máximo y que cubran los puestos de los manifestantes.

Desde Amazon insisten en que serán capaces de manejar la alta demanda de una jornada así, y que cumplirán con todas las entregas. Lo cierto es que la red de distribución implementada por la compañía es muy potente y, en principio, debería bastar para que todos los usuarios tengan sus pedidos a tiempo.

Un conflicto que viene de lejos

La lucha de los trabajadores de Amazon comenzó el 21 y el 22 de marzo, fecha en la que se convocaron los primeros paros. La plantilla votó sí a unas jornadas de huelga que, según los sindicatos, alcanzaron un seguimiento del 90%, aunque la compañía rebajara luego el porcentaje al "50% o 60%".

La principal reclamación pasa por mantener el convenio propio, exclusivo para el almacén de San Fernando de Henares, el primero de Amazon en España, y no pasar al convenio general de la logística de la Comunidad de Madrid, como es deseo de la empresa. Ese convenio propio permitía a los trabajadores fijos cobrar unos salarios mayores y disfrutar de mejores condiciones laborales, algo a lo que ahora no están dispuestos a renunciar.

Pese a que se han celebrado muchas reuniones, las posturas de ambas partes, como demuestra esta nueva huelga, están todavía muy lejos. La directiva del gigante fundado y dirigido por Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo, considera que la plantilla está "en el rango alto" del sector logístico en cuanto a salario, con nóminas que alcanzan los 1.500 euros para los trabajadores fijos y que se van hasta los 1.800 euros para los temporales.

"Además tienen un completo paquete de beneficios como seguro médico privado, plan de pensiones, seguro de vida o descuento en las compras. Somos una empresa justa y razonable", han afirmado desde Amazon en muchas ocasiones.

La postura de los trabajadores es muy diferente. Reivindican que se mantengan unos "derechos históricos" que reconoce el convenio propio, y abren la puerta a adaptar los mínimos legales del acuerdo sectorial de la Logística madrileña pero aumentando los salarios un 1,5% hasta 2019.

Estos paros, en cualquier caso, serán un desafío importante para Mariangela Marseglia, máxima dirigente de Amazon en España, que ha heredado la patata caliente de su predecesor en el cargo, François Nuyts, que presentó su dimisión para dedicarse a "proyectos personales".

Lo cierto es que Nuyts, ahora en el consejo de Housell, no consiguió atajar el conflicto a tiempo y ahora su magnitud lo convierte en un fuego muy difícil de apagar. El Black Friday sólo será el principio de una campaña navideña de movilizaciones que puede complicar, y mucho, la vida al mayor gigante de las ventas por internet del mundo.

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