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Los inmigrantes salen antes de la crisis con más autónomos y menos asistentas

Los trabajadores inmigrantes salen de la crisis con más autónomos y menos empleadas del hogar.
Los trabajadores inmigrantes salen de la crisis con más autónomos y menos empleadas del hogar. | EUROPA PRESS

El fin de la crisis es esa noticia que todos los gobiernos quieren protagonizar pero que ninguno se atreve a certificar. Básicamente porque, aunque España ha completado una vuelta al punto de partida en términos de rentas --el ciclo económico alcista incluso ha llegado a su punto máximo de maduración--, aún hay alrededor de medio millón de ocupados menos y algo más de 100.000 parados más que al inicio de la crisis.

Sin embargo, si el empleo es el termómetro, el colectivo de los trabajadores extranjeros bien pueden dar por cerrada su crisis particular. Al menos en términos agregados de empleo y sin entrar a valorar la calidad del mismo.

Con datos al cierre de diciembre de 2018, en España había 1.992.849 trabajadores inmigrantes registrados medios en la Seguridad Social, frente a los 1.938.632 al término de 2008.

La afiliación media a la Seguridad Social es el promedio de trabajadores que están dados de alta en cada uno de los días laborables del mes, en este caso de diciembre. Una cifra que se toma a menudo para medir el empleo al ser más estable que la cifra del último día del mes y porque refleja mejor la evolución de la ocupación.

De un lado, esta cifra es aún inferior al punto máximo de afiliación de extranjeros a la Seguridad Social, alcanzado en junio de 2007, cuando se superaron los 2,1 millones de empleados inmigrantes. No obstante, en 2018 se superó la barrera de los dos millones de empleados extranjeros hasta en cuatro meses, por primera vez desde que algo así ocurriera entre junio de 2007 y finales de 2008.

Es por ello que se puede dar por prácticamente cerrada la crisis en el caso de los empleados extranjeros, a diferencia de lo que ocurre entre la mano de obra estrictamente nacional.

¿Cómo salen de la crisis los extranjeros?

El germen de esta recuperación se puede focalizar en el empleo autónomo y en varias comunidades autónomas en las que ha sido especialmente intensa la creación de empleo entre los extranjeros en los últimos años.

Valorar la evolución del empleo foráneo durante la crisis se antoja difícil, puesto que en estos años se han producido una serie cambios de estructura en el sistema que dificultan esta evolución. Entre ellos, la integración de los trabajadores por cuenta ajena del régimen agrario en el Régimen General desde 2008 y también del sistema especial del empleadas del hogar en el Régimen General desde 2012.

Más autónomos entre los extranjeros

No obstante, se puede decir que la recuperación del empleo extranjero se ha focalizado también en el Régimen Especial del Trabajo Autónomo (RETA). Así, mientras que las estadísticas de afiliación en el colectivo de autónomo foráneos reflejan que entre 2008 y 2009 se pasó de un total de 224.156 trabajadores a 197.625. Tras este descenso, y consolidados ya los cambios en la estructura del sistema, las cifras se estabilizaron en 2010 y en los años siguientes se produjo una recuperación de la afiliación entre los autónomos extranjeros que aún no ha finalizado.

Solo en el año 2018 se han registrado 26.000 trabajadores inmigrantes establecidos por cuenta propia más respecto a diciembre del año anterior. Si se compara con diciembre de 2008, el incremento supera los 100.000 trabajadores, un 45% más.

Andalucía y Cataluña, tierra para inmigrantes

Además, la recuperación el empleo en el colectivo se explica por un incremento especialmente intenso en Andalucía, donde recientemente ha capitalizado su oposición a la inmigración ilegal la emergente Vox, con un aumento del 20,6%, desde los 2007.699 trabajadores extranjeros a los 250.509, el 12,5% del total nacional. Solo entre los extranjeros autónomos dentro Andalucía, el incremento ha sido del 45,7%.

También destacan los incrementos del 9,2% en Cataluña, que aglutina la mayor población de trabajadores extranjeros, con casi medio millón de personas, de los que el 15,7% son autónomos, un 78,6% más que en diciembre de 2008.

Otros repuntes significativos se han producido en Baleares (11-6%) o Canarias (10%), por el tirón del turismo durante la recuperación, y en el País Vasco (+22%).

Como consecuencia de estos incrementos, los extranjeros han ganado peso dentro de Cataluña, pasando del 22,4% del total al 23,9%, mientras que en Madrid han descendido del 22% al 20,7%. En cambio, Andalucía es a día de hoy la tercera comunidad autónoma con mayor número de trabajadores extranjeros, con una cuota sobre el total nacional del 12,5%, casi dos puntos porcentuales más que en 2008.

Menos empleos en el hogar

El análisis por sectores muestra que el empleo entre los extranjeros se concentra, como en 2008, en sectores como la construcción, el comercio y la hostelería. Sin embargo, dentro del Régimen General, es cierto que la presencia en la construcción ha caído del 18,4% al 7,5% en línea con la pérdida de peso del 'ladrillo' dentro del modelo productivo; al tiempo que ha aumentado su peso en el comercio --del 12,5% al 16,6%-- y en la hostelería --del 16,1% al 18,4%--. En el caso de los autónomos, la pérdida de cuota se ha producido en los tres sectores, aunque más intensamente en la construcción.

Ahora bien, las estadísticas muestran un descenso de la participación de los trabajadores extranjeros en el hogar. Para no contaminar el análisis con la integración del colectivo en el Régimen General, basta tomar los datos desde diciembre de 2011.

Cabe destacar que, en un informe elaborado por la Seguridad Social en septiembre de 2012 para ofrecer un balance de esta integración a la Comisión del Pacto de Toledo, se daba cuenta, entre otras cosas, de la obligación de los empleadores de dar de alta a las empleadas del hogar como vía para garantizarles un mínimo de protección social desde ese año. Para ello, se previó una reducción del 20% en la cuota para los ejercicios 2012 a 2014 que en la práctica se ha extendido hasta ahora. Además, este porcentaje puede elevarse al 45% en el caso de familias numerosas.

Fruto de este proceso, el informe detallaba que a diciembre de 2011 había 296.950,4 personas extranjeras dadas de alta en el Régimen Especial de Empleados del Hogar y que desde enero del año siguiente se había producido un progresivo trasvase al Sistema Especial para Empleados del Hogar del Régimen General de tal suerte que en el mes de agosto solo quedaban 4.139,8 personas en el primero y se habían registrado 374.549,7 en el segundo.

Llama la atención que la cifra total superaba en 80.000 afiliados la de diciembre de 2012 en un año que fue especialmente duro en medio de la crisis. Esto se debe a que muchas mujeres extranjeras pasaron de trabajar en el servicio doméstico en negro a cotizar a la Seguridad Social.

Así, el informe detallaba poco después que al término de ese mes de agosto de 2011, se habían incorporado 158.035 nuevas personas al Sistema Especial por decisión de empleadores y trabajadoras, que en términos netos (contabilizadas también las bajas) se habían quedado en 83.511 personas.

Sin embargo, pese a este primer efecto, el colectivo de empleadas del hogar extranjeras afiliadas a la Seguridad Social es hoy de 174.592 personas, lejos de las 225.520 que había en 2012, un 22,5% menos.

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