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Naturgy sufre pérdidas históricas de 2.822 millones por rebajar el valor de sus centrales

Sin el impacto contable de la drástica devaluación de sus activos, el grupo energético dispara un 57% su beneficio neto ordinario, hasta los 1.254 millones.

Francisco Reynés con el nuevo logo de Naturgy, ex Gas Natural Fenosa.
Francisco Reynés con el nuevo logo de Naturgy, ex Gas Natural Fenosa.

Naturgy, la antigua Gas Natural Fenosa, registró unas pérdidas históricas de 2.822 millones en 2018. Son unos números rojos coyunturales, meramente contables, resultado de una drástica revisión a la baja del valor en libros de sus centrales de generación eléctricas tradicionales (nucleares, de carbón y de gas). Sin ese impacto coyuntural, los resultados del grupo vuelven a mejorar.

Naturgy, comandada por Francisco Reynés como presidente, ejecutó el año pasado un recorte masivo del valor de activos que pasaronn de figurar en su contabilidad por 9.800 millones de euros a sólo 4.900 millones.

La principal revisión afectaba a las plantas españolas de generación eléctrica, buena parte integradas tras la compra de Unión Fenosa hace una década. Las centrales nucleares, de carbón –que la compañía ya ha anunciado que pretende cerrar- y de gas natural en España, junto al fondo de comercio, pasan de estar valoradas en 7.900 millones a sólo 4.200 millones, casi la mitad.

Como resultado de esta revisión, la compañía se ha apuntado un deterioro extraordinario en su cuenta de pérdidas de 4.851 millones de euros en el conjunto del ejercicio pasado. El propio Reynés ya anticipó el pasado verano en la presentación del nuevo plan estratégico del grupo que este año la eléctrica se apuntaría unos números rojos cercanos a los 3.000 millones.

Reynés ha subrayado en un encuentro con la prensa que el beneficio consolidado de este año es excepcional y que no puede compararse con el beneficio de 1.360 millones del año anterior, porque sería "comparar peras con manzanas" por el impacto extraordinario de la revisión de la valoración de activos. Por eso subraya la mejora del beneficio ordinario, que "eso sí compara peras con peras".

Naturgy destaca que, sin este impacto extraordinario en las cuentas, el beneficio neto anual ordinario alcanzó los 1.254 millones de euros, un 57% más que el año pasado, gracias a la mejora de los negocios y al recorte de los gastos financieros por la optimización de la estructura de su deuda. Y eso que sufrió un impacto de 218 millones por la devaluación de monedas en países en que opera (singularmente Argentina). El resultado bruto de explotación (ebitda) ordinario, que mide mejor la evolución real de los negocios,  fue de 4.413 millones hasta junio, un 12% más.

A cierre de 2018, la deuda financiera neta de la energética se situaba en los 13.667 millones de euros, un 10% menos que en el ejercicio anterior. Mientras, el flujo libre de caja (el dinero disponible para cubrir deuda o pagar dividendos) se situó en los 3.055 millones de euros, frente a los 746 millones del periodo anterior-

La compañía generó 5.500 millones de euros de caja durante 2018 a través de la positiva evolución del negocio y las desinversiones de activos no estratégicos (por un total de 2.600 millones).  El grupo ejecutó inversiones por 2.321 millones de euros, un 30% más que en el ejercicio 2017. De esta cifra, el 76% se destinó a proyectos en crecimiento orgánico, unos 1.638 millones de euros. Asimismo, en este 2019 la compañía tiene previsto invertir 663 millones de euros en nueva capacidad renovable.

Lluvia de dividendos sin riesgo de "descapitalización”

Naturgy confirma que ejecutará la generosa política de dividendo prometida cuando presentó su nuevo plan estratégico. El grupo repartirá con cargo a las cuentas de 2018 un dividendo de 1,30 euros por acción, un 30% más que el año anterior, por un montante de 1.100 millones de euros. Pero aún hay más.

Naturgy prometió que ejecutaría cada año un plan de recompra de acciones a razón de 400 millones al año si no encontraba adquisiciones corporativas atractivas que ejecutar. Este año no lo has ha encontrado, y ya ha recomprado 145 millones en acciones y pretende recomprar los 255 millones restantes en los próximos meses. Entre dividendo en efectivo y recompra de acciones, los accionistas serían retribución con 1.500 millones de euros, un 50% más que en el año precedente.

Eso en un año con pérdidas históricas, aunque sean contables. Y, también, con un dividendo superior al beneficio ordinario que prefiere destacar la dirección del grupo. Reynés insiste que el concepto de pay out (porcentaje del beneficio destinado a dividendo) es un parámetro que no suele tener en cuenta, pero lo cierto es que la compañía retribuirá al accionista con un importe mayor a lo ganado por la empresa.

“No vamos a descapitalizar la compañía”, ha subrayado Reynés en la presentación de los resultados. La retribución al accionista es, según el ejecutivo, “sostenible en términos de caja. Generamos más caja que la que necesitamos”, y por eso estaría justificada el generoso dividendo.

El nuevo plan estratégico de Naturgy promete disparar la retribución a sus accionistas, distribuyendo al menos 6.900 millones de euros en cinco años. Y podría elevarse hasta los 8.900 millones mediante la recompra de acciones si la compañía no encuentra adquisiciones corporativas atractivas, a razón de 400 millones al año. En este primer año del plan esos 400 años se utilizarán.

La hoja de ruta de Naturgy  contempla desde 1 euro por acción abonado con cargo a las cuentas de 2017 hasta el 1,30 euros con cargo a las de 2018. A partir de ahí, habrá un incremento mínimo del 5% anual hasta 2022 (1,37 euros en 2019, 1,44 euros en 2020, 1,51 euros en 2021 y hasta 1,59 euros en 2022). La retribución se disparará al menos un 60% en este periodo y se pagará enteramente en efectivo, no mediante acciones (amén del eventual plan de recompra).

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