El juicio por la salida a bolsa de Bankia ha quedado visto para sentencia. Diez meses después del inicio del proceso para enjuiciar los posibles delitos cometidos por la cúpula de la entidad para colocar sus acciones en el parqué en julio de 2011, la presidenta de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal, Ángela Murillo, ha comunicado que el juicio ha puesto fin a las 74 sesiones de juicio oral y deja el caso pendiente de una resolución que no se espera que llegue antes de 2020.

En la sesión de este martes, celebrada como todo el juicio en la sede de la Audiencia Nacional ubicada en San Fernando de Henares (Madrid), el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, para el que la Fiscalía solicita 8,5 años de cárcel por falsedad y estafa, ha sido el único de los acusados que ha decidido ejercer su derecho a un último alegato de defensa.

El exministro, encarcelado por la sentencia de las 'tarjetas black', ha solicitado su absolución, al entender que todas las decisiones que tomaron los administradores de la entidad fueron contrastadas con las opiniones del Banco de España y tuvieron el único objetivo de defender el "mejor interés" para los accionistas de BFA y Bankia.

Antes de eso, fue el abogado de BFA, Alberto Gómez Fraga, quien expuso sus conclusiones, en las que arremetió duramente contra la Fiscalía Anticorrupción y el resto de las acusaciones.

El letrado, que representa al organismo estatal que controla las acciones de Bankia en manos públicas, observó que durante el juicio "hemos asistido a acusaciones mutantes, como si de una comedia de los hermanos Marx se tratara, estos son los hechos de los que les acuso y si no les gustan, tengo otros".

Rodrigo Rato ha reclamado su absolución al defender que todo lo que se hizo fue para defender el mejor interés para los accionistas del banco

El abogado de BFA ha cargado contra dos errores de las acusaciones: la forma en que se ha llevado a cabo la valoración de la prueba, "con desatención, cuando no menosprecio, de todo aquello que no satisfaga las tesis acusatorias", y la relatividad en el relato fáctico de las acusaciones, es decir, "la ausencia de un verdadero hecho que pueda ser tenido por probado y pueda justificar una sentencia condenatoria".

Tras enumerar una larga serie de reproches tanto a la Fiscalía como a las acusaciones particulares, Gómez Fraga ha pasado a solicitar la absolución de Bankia, de BFA y del resto de los acusados, por entender que no ha habido ningún delito.

En el trámite de conclusiones finales, solo mantuvieron su acusación contra la persona jurídica de BFA las dos acusaciones particulares representadas por Adicae y 15MpaRato, a las que ha reprochado la inconcreción en los hechos que le quieren imputar a la entidad. "¿Por qué nos acusan? Lo desconozco (...). Lo que no vale es decir que merezco una condena por un artículo del código penal, dígame qué he hecho para que me pueda defender", ha explicado el letrado, que ha pedido la condena en costas para estas acusaciones particulares.