Ryanair asume que perderá 500.000 pasajeros en España por el recorte de vuelos

Ryanair prepara un repliegue en los aeropuertos españoles. El gigante del bajo coste prepara una reordenación de sus operaciones que se traducirá en recortes de vuelos y en cierres de bases, y que afectará de lleno a España. Un frenazo que tendrá consecuencias en su tráfico en el mercado español, donde la compañía asume que el año próximo perderá más de 500.000 pasajeros.

Las estimaciones de la aerolínea irlandesa contemplan alcanzar en 2020 un total de 50,8 millones de viajeros en sus rutas e España, según desveló Kenny Jacobs, director de Marketing de Ryanair, en una entrevista con Europa Press. Una cota que supone una caída del 1% del tráfico esperado para este año y que le supondrá un descenso de más de medio millón de usuarios en sólo un año, el primer retroceso en más de un lustro de crecimiento ininterrumpido.

Ryanair subraya que los ajustes son consecuencia especialmente al impacto al retraso en las entregas de los aviones Boeing 737 MAX (un modelo que tiene prohibido el vuelo hasta introducir mejoras en seguridad tras dos accidentes por un problema en el software). En España el repliegue se convertirá en espantada en algunos aeropuertos, traduciéndose en el cierre de las bases de operaciones que tiene la compañía en Gran Canaria, Tenerife Sur, Lanzarote y Girona el próximo enero.

Ryanair tenía programado incorporar 60 aviones B737 MAX de cara a la próxima temporada de verano, pero ahora ya espera en el mejor de los casos –si el modelo consigue el visto bueno de las autoridades internacionales de Aviación Civil en los próximos meses- recibir 30 aeronaves. Si esos plazos no se cumplen y los aparatos no llegan, Ryanair podría volver a rebajar sus previsiones de crecimiento en cifra de pasajeros.

Para este año la compañía ya prevé un frenazo en su tráfico en España, con un crecimiento del 3% de los pasajeros, hasta el entorno de los 51,3 millones. Muy lejos de los incrementos por encima del 10% que ha venido registrado en los últimos años y de más del 6% registrado en 2018, según los registros de Aena, el gestor de los aeropuertos españoles.