La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) puso en pie de guerra a todo el sector energético por los recortes a los ingresos que reciben las compañías por sus negocios  regulados (singularmente, por la gestión de las redes). Una reforma de los cimientos de todo el sector que la que el supervisor estrena sus nuevas competencias de regulación en materia energética.

El hachazo más intenso, y el que más reacciones descarnadas provocó, era el que la CNMC diseñó para la retribución de las redes de distribución de gas natural, un negocio controlado en un 70% por Naturgy (la antigua Gas Natural Fenosa). La propuesta inicial del organismo contemplaba un fuerte recorte del 17,8% entre 2021 y 2026. No será tal, porque el supervisor ha acabado reculando.

La CNMC ha tumbado su plan inicial y trabaja en una aprobación de una nueva circular que rebaja a la mitad el hachazo previsto, hasta un recorte de las retribuciones del 9,6% en el sexenio. A pesar de la marcha atrás del supervisor, Naturgy no se fía y mantiene intacto el órdago que lanzó para meter presión y mejorar las condiciones de la reforma.

Naturgy anunció el pasado julio, apenas unos días después de conocerse la primera propuesta de la CNMC, una paralización total de nuevas inversiones de Nedgia, su filial responsable de la red de distribución de gas. El parón se dijo que era temporal, pero de momento seguirá vigente hasta que la CNMC apruebe formalmente la circular que debe establecer el marco retributivo para los próximos años.

Naturgy también decidió entonces echar un pulso con un parón de actividad en los centros corporativos de Nedgia y con la suspensión de contratos con proveedores encargados de captación de clientes. Y el órdago se completó el pasado septiembre con la decisión de suspender la obligación de trabajar a parte de la plantilla de su filial y mandando a casa a 200 empleados de manera rotativa manteniéndoles el sueldo.

La eléctrica presidida por Francisco Reynés también mantiene este parón de actividad y sigue dejando en casa a dos tercios de la fuerza comercial de Nedgia (200 del total de 300 empleados) y lo mantendrá hasta que la CNMC dé el ok definitivo a la nueva retribución y la compañía pueda estimar el impacto del recorte.

“Naturgy no puede invertir a ciegas y no puede mantener su actividad hasta conocer el recorte definitivo que aprobará la CNMC. Hasta que no esté aprobado, todo se mantendrá igual”, explican fuentes conocedoras de la situación. “Hasta que no se publique en el BOE, las medidas seguirán vigentes”.

La nueva propuesta de la CNMC –que ha cambiado el proyecto de circular por la fractura interna en la cúpula del organismo- supone suavizar, y mucho, el hachazo a la retribución regulada de gas natural. Reformula los cálculos planteados en la primera circular sobre la distribución gasista y propone un recorte progresivo, para que la rebaja de los ingresos será mucho menor en los primeros años.

En concreto, la retribución para la distribución de gas propuesta ahora por la CNMC en esta ocasión será de 1.391 millones de euros en 2021, de 1.348 millones en 2022, de 1.300 millones en 2023, de 1.264 millones en 2024, de 1.216 millones en 2025 y de 1.181 millones de 2026. De esta forma, en términos de retribución media para este periodo, la actividad de distribución pasará de aproximadamente 1.420 millones de euros con la metodología vigente a los 1.283 millones con la nueva propuesta, lo que supone una reducción del 9,6%, frente al 17,8% anterior propuesta.

En términos absolutos, la retribución para la actividad de distribución de gas natural –que en casi un 70% corresponde a Naturgy pero que también efectúan otras empresas como Madrileña Red de Gas, Nortegas o Redexis, entre otras– para el periodo 2021-2026 será de 7.698 millones de euros, frente a los 8.520 millones actuales y los 6.990 millones propuestos en primer lugar.

Desde la CNMC se insiste en que su objetivo sigue siendo aprobar la circular antes de que termine el año, pero desde el Gobierno se apunta que no supondrá un problema legal aplazar la aprobación hasta 2020 –a pesar de que la normativa actual exige que se haga este año-, ya que la entrada en vigor de la nueva retribución no entra en vigor hasta 2021.